Una gran fiesta es la que Inna armó con 10 mil fanáticos mexicanos, durante el concierto que ofreció en el Auditorio Nacional, como parte de su gira «Party never ends».
Tras la actuación del DJ J-Zuart como telonero, la rumana apareció sobre el escenario desatando la euforia de los asistentes, que agotaron las entradas, en el lugar dispuestos a bailar y saltar de la emoción.
Con una vestimenta sensual de top y falda en tonos negro y rojo, la artista entregó «Party never ends» y «Sunis up» para después saludar a sus fans, quienes de inmediato adoptaron el baile «hot» (caliente).
«Gracias. Estoy feliz de estar aquí por segunda vez con un auditorio lleno de gente que llevo en mi corazón», expresó en perfecto español para luego cantar «Amazing» «Hot» y «Dame tu amor», éste ultimo que grabó en colaboración con el grupo Reik.
Es tanto el impacto que Inna ha logrado a nivel mundial que bastaron unos cuantos minutos para que el recinto del Paseo de la Reforma albergara un gran ambiente festivo con gente de todas las edades, aunque predominaban los adolescentes.
Tras una breve pausa para cambiar su atuendo, ahora a negro y blanco con peinado de chongo, interpretó «More than friends» y después «Un momento», «Caliente», aunque se ganó al respetable con «Take me down to México».
«Hola, ¿cómo están? Tengo vídeos en mi YouTube desde México y esta chica siempre ha ido a mis sesiones de autógrafos y no saben como llora, como loca, gracias por estar aquí, te adoro. Estás más grande que la vez anterior», expresó Inna.
Comentó que le gustaría tomarse una foto con cada uno de los presentes a su concierto; sin embargo, consideró que dicha tarea por lo menos les llevaría 10 días.
De modo que solicitó que le mostraran carteles, playeras, imágenes o cualquier objeto alusivo a ella para que eligiera a quienes después del «show» tendrían oportunidad de convivir con ella en su camerino y tomarse fotos.
«A ver, el que tiene la camiseta azul, el del letrero de allá, el de blanco y negro, ya están, I love so much, los espero al rato. Después de mañana me voy a ir, no tengo tiempo (para tomarse fotos con todos), pero voy a regresar», prometió antes de interpretar «Inndia».
Más tarde reflexionó que el Auditorio Nacional no era un sitio común para albergar la música electro dance, pues consideró que quizá es más apto para que la gente tome asiento y escuche música romántica.
Por ello, agradeció que los 10 mil asistentes se mantuvieran de pie y bailando durante la hora y media que duró su espectáculo.
«Muchísimas gracias, mi corazón para ustedes esta noche muy caliente, eh. Y como hablamos de algo muy electro, esta canción se la dedico a todos los que son muy rockers», indicó previo a que sonaran los «beats» de «Club rocker», con la que bajó del escenario para recorrer el pasillo de la sala.
Con esta acción provocó gran alboroto entre decenas de fanáticos, quienes abandonaron su asiento para correr hacia ella con la esperanza de estrechar su mano, captar una imagen en su teléfono móvil o tan sólo sentirla más cerca.
De nuevo en el escenario, la rumana hizo gala de su sencillez al acercar el micrófono a uno de sus fans para que coreara las estrofas e incluso saludó de mano a varios, aceptó ponerse dos gorras y hasta un sombrero charro que lució con orgullo.
Con este último «track» pretendió despedirse, pero ante la insistencia de su público por otra más, los complació y la joven de 26 años entregó «Deja vu».
Sonriente como es su costumbre y acompañada de seis bailarines mostró sus mejores pasos de baile y se despidió no sin antes agradecer a su banda de músicos.
«Ya me voy, muchísimas gracias, te quiero. No cantamos más porque ya no tengo voz», puntualizó la artista quien días antes manifestó que tenía problemas en la garganta.
México, 9 Jun. (Notimex).