Intrigada por la percepción de los demás, una estudiante de último año de la Universidad de California, Brinton Parker, decidió llevar a cabo una curiosa idea relacionada con el maquillaje, que compartió en su blog de Belleza, Bustle.

Tras escuchar a un grupo de amigos criticando fotos de personas en Facebook en base a la cantidad de maquillaje que usaban, se dio cuenta que muchas de sus conversaciones giraban en torno a la apariencia física de otros, para bien o para mal.

Parker, quien se autoproclama miembro de la “generación selfie”, decidió comenzar un pequeño experimento social. Durante 3 días asistió a la universidad con diferentes cantidades de cosméticos en su rostro. El lunes fue con su cara al natural, el miércoles usó un maquillaje suave y el viernes, usó un maquillaje notorio y llamativo.

Luego, tomó notas en torno a cómo la gente -tanto hombres como mujeres- reaccionaban en torno a su apariencia. El día que no usó cosméticos, un chico le dijo que se “veía cansada” y otra compañera le señaló que le gustaría ser lo suficientemente segura como para ir a la universidad así.

El día que se maquilló moderadamente, varias compañeras de clase la elogiaron y le preguntaron qué productos usaba e incluso le pidieron recomendaciones.

En tanto, cuando recargó su maquillaje, un amigo le manifestó que parecía “lista para la fiesta” y otro le preguntó si estaba participando en una obra de teatro.

Cuando Parker revisó sus notas, se dio cuenta que muchos comentarios venían de hombres.

“Un montón de chicos no entienden que las caras naturales de las mujeres no son como las que ven todos los días. Los chicos no se dan cuenta de que Kim Kardashian pasa una hora redefiniendo el contorno de su cara antes de salir a comprar. La razón por la que empecé el experimento social es porque he oído comentarios despectivos sobre usar demasiado maquillaje y sobre no usar el suficiente”, afirmó.

En un extenso artículo sobre su experiencia, acompañado de fotografías, Parker dijo que “si bien este experimento, probablemente no cambiará mi rutina normal de belleza, me inspirará para sentirse segura, independientemente de lo que tenga en frente”.

Parker también indicó que esta prueba le ayudó a reconocer la hipocresía de muchas personas que aseguran que las mujeres deberían maquillarse menos, pero critican a quienes usan mucho o poco maquillaje.

La estudiante además expresó que las redes sociales hacen que las personas tengan una versión idealizada de sí mismos e incluso algunas mujeres que publican ‘selfies’ naturales, se toman varias fotos diferentes y eligen la más halagadora.

“Vivimos en este tiempo en el que podemos cambiar nuestra apariencia frente a otras personas, muchas de nuestras interacciones se realizan a través de redes sociales, y podemos controlar la forma en que nos ven los demás. Esto crea expectativas poco realistas en cuanto a cómo se ven las mujeres. Es fácil editarte a ti mismo”, opinó.

“Llegué a la conclusión de que la gente va a hablar de ti, independientemente de cómo luzcas”, dijo Parker, añadiendo que aprendió a no tomar en forma personal los comentarios. “Voy a vestirme y maquillaje para mí. Es mi percepción de mí misma y eso es importante”, puntualizó.

Murphy, quien ejerce esta labor desde hace 8 años, afirmó que no existe una gran diferencia entre maquillar a las participantes de filmes para adultos y a novias en el día de su boda, ya que el fin es el mismo: hacer que se vean bellas.

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Fuente: BBCH