Los anuncios publicitarios tienden a mostrar a las mujeres en poses provocativas sin importar el producto que se esté vendiendo. Y aunque este ejercicio no es el primero en su tipo, resulta divertido ver a los hombres sustituyendo el rol de las mujeres en los sensuales anuncios de comida.

Ahora, lejos de los simpático que pueda resultar, habría que tener en cuenta el mensaje del final: Si ver a los hombres en este tipo de poses parece ridículo, ¿por qué no lo es para las mujeres?