Los monarcas ya tienen su corona. Una vez más los penales hicieron de las suyas, los rojinegros del Atlas llegaban a Morelia, para enfrentar en la final de la Copa MX a los morelenses con la ilusión de llevársela a casa, sí, la Copa MX, aunque sea esa, pero la querían, con poco tiempo de haber regresado a ponerse en juego dentro del futbol mexicano, muchos equipos la han desestimado y han puesto en ella poca importancia que se ha convertido, para algunos en un torneo para probar jóvenes y alinear equipos “B´´, pero esta noche no fue así, cuadro de lujo para los 2, final de alarido entre equipos necesitados de triunfo, como sea, de gloria añeja que esperaban con ansia, se veían las caras en una noche muy esperada. Los de José Luis Mata contra los de Carlos Bustos, jugarían un partido que especialmente para Federico Vilar no será fácil de olvidar, así como de Carlos Adrián Morales, quien sumaba 14 finales en 15 años de carrera como profesional, indudablemente razón suficiente para dejar el alma en la cancha y buscar poner otro título en la vitrina.
Tanto cuerpo técnico, jugadores y la afición que sigue día a día a estos dos equipos, Morelia y Atlas, contaban los minutos para poner a rodar el balón en una final que mantenía una ilusión desmedida por ver a su equipo campeón. Morelia, que no conseguía un título desde aquel invierno del 2000 y precisamente a través de a tanda de penales, veía en esta final la oportunidad para enmendar su camino frente a su afición, en casa, no podían pedir más.
De pronto la final de este torneo tan desvalorizado y criticado por muchos, nos regalaba chispazos de final de champions, de la de Europa, un par de golazos, uno por bando a cargo de Edgar Andrade por Morelia y Lucas Ayala por el lado rojinegro, convertían el partido en una guerra de mucha clase, de 11 contra 11. Disparos de todas partes, los porteros, luciéndose con lances espectaculares, Vilar, siendo parte fundamental, para que al final el empate a 3 goles entregara una tanda de penales que definiría al campeón de la Copa MX.
Un partido como el que se había visto merecía una tanda de penales épica también, y lo fue, pero se puede decir que solamente para el arquero argentino de Morelia, quien como pocas veces se ha visto, atajó 3 de 4 penales tirados, en los que 2 de los autores de los goles en tiempo regular se encargarían de arruinar el festejo de los tapatíos, Matías Vuoso y Lucas Ayala, así como Leandro Cufré, no pudieron vencer al que inmediatamente nos hizo recordar al último portero campeón de Morelia, Angel David Comizzo, quien detuviera también 3 penales en la final que dio el último título a los morelenses. Histórico partido que dejó un estadio lleno de locos por alegría. Los 2 equipos se entregaron en la cancha completamente, Matías Vuoso buscaba darle al Atlas un título, en cambio terminó cooperando para incluir un fracaso más para los zorros y dejar a la afición esperando una vez más por un título. Peleando cada pelota como si fuera la última, y jugando un partido de ida y vuelta sin fin, es como deberían ser todos los partidos de esta Copa MX, que digan lo que digan, es un título que muchos quisieran.