¿Serías más feliz si estuvieras más delgada/o? Un estudio dice que tal vez no. Bajar de peso puede hacerte sentir muy bien pero sólo si ya te sientes bien acerca de quién eres.
Nuestra sociedad pone un gran valor en la apariencia física y en especial en el peso. Debido a la presión constante por permanecer o conseguir estar delgadas, muchas personas piensan que serían más felices en una talla distinta.
¿Podemos obtener mayor felicidad a través de la pérdida de peso? Esa es una pregunta interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que el mensaje de muchos programas de pérdida de peso es que nuestra vida sería mejor y más feliz si adelgazamos.
Un estudio publicado este mes por la University Collage London realizado en mil 979 participantes con sobrepeso u obesidad, encontró que aquellos que perdieron al menos el 5 por ciento de su peso corporal tenían 53 por ciento más probabilidades de estar deprimidos que los que se quedaron en el mismo peso. Esto a pesar de que su salud mejoró con la pérdida de peso.
“La publicidad aspiracional hecha por las marcas de dieta puede dar a la gente expectativas poco realistas acerca de la pérdida de peso. Con frecuencia prometen mejoras de vida inmediatas que no pueden ser comprobadas en la realidad. La gente debe ser realista acerca de la pérdida de peso y estar preparada para los desafíos“, aseguró la doctora Sarah Jackson, autora principal del estudio.
“Resistir las tentaciones siempre presentes de alimentos poco saludables en la sociedad moderna tiene un desgaste mental, ya que requiere una considerable fuerza de voluntad y puede implicar dejar de lado algunas actividades agradables,” agregó Jackson.
“Cualquiera que haya estado alguna vez en una dieta entiende cómo esto puede afectar el bienestar. Sin embargo, el estado de ánimo puede mejorar una vez que se alcanza el peso deseado y la atención se centra en mantenerlo”, concluyó.
Tal vez con estos resultados podamos asegurar que lo ideal es no centrar nuestra energía en la idea de que tener cierta talla nos dará todo lo que queremos en la vida, y en su lugar, concentrarnos en ser saludables, más allá de cualquier tamaño, para que podamos hacer las cosas que deseamos.