El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acusó ayer a los republicanos de lanzar una “cruzada ideológica” y les pidió poner fin a la paralización de servicios del gobierno federal, que dejó a 800 mil empleados públicos de vacaciones forzadas.
En un discurso en la Casa Blanca, Obama dijo que los republicanos lanzaron una “cruzada ideológica” para intentar acabar con su reforma de la salud, aprobada en 2010 y que se convirtió en el centro de la disputa por fondos en el Congreso.
Han paralizado al gobierno en nombre de una cruzada ideológica para negar cuidados de salud asequibles a millones de estadunidenses”, dijo el mandatario.
“Aprueben un presupuesto y terminen la parálisis”, exigió Obama.
Varios servicios públicos quedaron paralizados a partir del martes, por primera vez en 17 años, tras el fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas en el Congreso para consensuar el presupuesto para el ejercicio fiscal 2013-2014.
Esta situación podría agravarse de nuevo dentro de dos semanas si no hay acuerdo político sobre el límite legal de endeudamiento del país.
Desde ayer, unos 800 mil empleados públicos de servicios considerados no esenciales, de un total de dos millones, tendrán que quedarse en casa sin sueldo hasta nueva orden y se cerrarán parques nacionales, museos y monumentos, incluyendo la emblemática Estatua de la Libertad.
Algunas dependencias trabajaron con apenas 5 por ciento de su personal.
Según cálculos de la Casa Blanca, este cierre de gobierno podría dejar pérdidas por más de mil millones de dólares.
Analizarían presupuesto agencia por agencia
Los republicanos de la Cámara de Representantes sugirieron un abordaje puntual: pasar leyes para reabrir las agencias gubernamentales una por una.
Ayer estudiaban someter a votación medidas correspondientes a los parques, museos y monumentos nacionales; el departamento dedicado a los veteranos de guerra; y las operaciones para financiar el funcionamiento de la capital federal, pero Obama amagó con vetar las propuestas.
La última vez que ocurrió un cierre parcial del gobierno fue entre diciembre de 1995 y enero de 1996, durante la presidencia de Bill Clinton.
El crecimiento económico del país quedó entonces amputado de un punto porcentual por el cierre que duró casi un mes.
El de 1995 fue el cierre de gobierno más largo en la historia de Estados Unidos. De acuerdo con el propio Congreso, desde 1977 han ocurrido 17 cierres, los cuales duraron, en promedio, tres días cada uno.