Gato chino

Hay tres indigentes sentados en una banca, huelen a alcohol y sonríen sin dientes; uno de ellos lentamente abrió las piernas y apoyó los codos en las rodillas; su cabeza volteó al piso y justo a lado de la Pagoda, donada por China, nos dio la bienvenida con un vómito ruidoso. “Llamen a una maldita ambulancia” fue lo que dijo y con esa imagen entramos al barrio chino de la Ciudad de México.

No todos los locales están abiertos, y es raro porque es un día en el que la gente no suele descansar, hace mucho sol y la calle está casi vacía. Hay estatuas de budas que te dan la bienvenida con los brazos abiertos y los ojos muy cerrados de tanto sonreír. Hay mas de tres restaurantes en la zona y los menús no distan tanto de ser casi los mismos. Hay platillos agridulces tienen curry y arroz frito.  Una pareja sentada en una mesa en la calle me aseguraron que la comida es buena después de hacer cara de molestia porque les interrumpí un bocado.

Justo en la esquina del Callejón de las damas y la calle Dolores estaban dos niños bailando al compás de un tambor con cubierta de piel; las mamás de los niños sonreían. Es la danza del león y del dragón Chino que se presentará en enero o febrero, la mamá no estaba tan segura cuando me respondió –es en julio según la página oficial del barrio chino en México-. Estuvimos en esa calle más de una hora y cuando nos fuimos, los niños seguían con el ensayo, uno de ellos ya tenía una cabeza de dragón y las mamás ya no sonreían.

Ella vende pero no sabe qué

Barrio chino, Centro histórico
La tienda en donde ella no sabe qué vende.

Las tiendas huelen a todo tipo de incienso, están amontonadas y desbordan color dorado. Hay gatos que mueven las patas en todos lados y patitos mandarines que debes comprar en pareja porque eso es lo que representan, cultivan, atraen y mantienen. También hay globos de Cantoya en promoción de 1×100 o 2×160.

–¿De dónde salen todos estos productos?

–Todo lo traen de China.

–¿Qué significa esto? –le señalé un especie de pulsera…

…ya no me respondió.

El color rojo también desborda en las calles y en los letreros de las tiendas y restaurantes, la gente es amable a pesar del sol y de que es fin de semana. Los restaurantes abiertos tienen bastante gente, supongo que los símbolos de abundancia que tienen funcionan bien. En una segunda tienda un poco más amplia para caminar, pero igualmente llena de piezas perfectamente alineadas y amontonadas en estantes, tienen juegos de té cubiertos de polvo que van de 400 a 1,200 pesos. Unas muñecas con vestidos cuidadosos y peinados perfectos, pajareras que cuelgan del techo, elefantes, dragones y más budas alegres. Aceptan tarjeta después de 100 pesos.

Local 27

–¿Por qué tiene un puesto de artículos chinos?

–Así trabajo menos. –me respondió Alfonso.

Piezas chinas en el centro del DF
Dragones, fortuna.

Alfonso trabaja en ese local desde el 81 y enfatizó en dos ocasiones el año y el terremoto que fue cuatro años después de que él llegó al local. “Antes esto era de electrodomésticos pero, como siempre he estado en esta calle las fiestas que hacen de chinos hacían que cerrara el local. Entonces decidí dar un giro y ahora me va mejor, trabajo menos y de todas formas tengo un local de electrodomésticos pero en otro lado y no lo atiendo yo”. Antes de que yo llegara había tres mujeres interesadas en todo que se fueron cada una con una bolsa de compras. Del techo del local cuelgan collares, dragones, globos, abanicos y todos llegan justo a la cabeza de cualquier cliente, es incómodo. “Los chinos son los que nos surten y ellos deciden qué nos venden y cuándo traer las cosas pero, hay que tener cuidado porque luego llegan unos que traen puras imitaciones” unos gatitos de plástico pintados de color plata con un hoyo en la cabeza para poner el incienso fue su ejemplo de imitación.

No vi un sólo chino sentado en algún restaurante, tampoco atendiendo locales y mucho menos comprando gatos dorados o dragones. Los únicos que vi fue una pareja con su hija comprando soya en una tienda a una cuadra del barrio y a dos más con bolsas de verdura y alcachofas saliendo del Mercado de San Juan.

Buda, barrio chino México
Abundancia y felicidad.

Dirección:
Calle de Dolores y Marroquín.
Colonia Centro.