La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que 33 mil 500 militares, fueron enviados a las fronteras del país carioca, para fortalecer la seguridad durante la próxima Copa Confederaciones.

Esto forma parte de la operación de seguridad que comenzó hace diez días, con resultados “muy positivos”, según lo expresó Rousseff en su programa semanal de radio, pues entre los efectos que se han percibido, está la incautación de “seis toneladas de drogas y 8 mil kilos de explosivos”.

La operación se encuentra coordinada por el Ministerio de la Defensa y por la Policía Federal, asimismo, se aseguró que el desplazamiento de las fuerzas armadas cubrirá el total de 17 kilómetros de fronteras terrestres del país.

Con la seguridad fronteriza se pretende “ayudar a aumentar la seguridad de nuestra propia población y la de los grandes eventos que se aproximan”, afirmó la mandataria, ya que además de la Confederaciones, a partir del 15 de junio, en julio arribará el papa Francisco, para la Jornada Mundial de la Juventud Católica (JMJ).

Dentro de los participantes en la operación, se encuentran soldados del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea, lo cuales tienen a su disposición tanques blindados, helicópteros, aviones de caza de combate y cuatro Vehículos Aéreos no Tripulados (VANT).

Sao Paulo, 3 Jun. (Notimex)