A casi un año de que México lograra la hazaña de alzarse con el oro olímpico en Londres 2012 al vencer 2-1 a Brasil en la final de futbol, ambas escuadras se vuelven a encontrar en un torneo oficial.
Aunque las circunstancias son distintas —en aquel entonces eran los equipos Sub-23 los que se enfrentaron— el duelo tiene un sabor a revancha después de que México matara el sueño a Brasil de colgarse el único palmar que le ha faltado al pentacampeón mundial.
En la reserva de jóvenes que acapararon la atención en aquella final en Wembley y que alimentan al cuadro mexicano que participa en la Copa Confederaciones destacan cinco jugadores: Javier Aquino, Raúl Jiménez, Diego Reyes, Héctor Herrera e Hiram Mier.
Jesús Corona, Giovani dos Santos y Carlos Salcido, figuras ya forjadas en el futbol profesional que participan en la Copa Confederaciones, se integraron entonces como refuerzos, junto con Oribe Peralta, ausente en el torneo que se lleva a cabo en Brasil.
“Son jóvenes que han estado más en competencia internacional, más la posibilidad de ser campeones en sus respectivas clubes, en sus respectivas categorías de selección, donde su mentalidad es muy fuerte, totalmente ganadora”, dijo a Mediotiempo Carlos Salcido previo al inicio de la Confederaciones.
La apuesta mexicana por estas jóvenes figuras es grande en comparación con Brasil, que solo lleva a Oscar, Lucas, y a la estrella en ascenso, Neymar. No obstante, los campeones olímpicos, con excepción de Aquino, han comenzado desde la banca.
Thiago, Marcelo y Hulk fueron los veteranos brasileños que sufrieron también la herida hecha por México en los Olímpicos de quitarle al equipo verdeamarela la posibilidad de ganar su primer oro en la historia.
Aunque Hulk asegura que no ve el duelo en la Confederaciones como una “revancha” sino como un nuevo capítulo en el historial de enfrentamientos entre estas dos escuadras americanas.
“México es una Selección que ya fue campeona de los Juegos Olímpicos y no podemos enfrentarlos pensando que tenemos una revancha con ellos, tenemos que jugar con la mente puesta en que es una oportunidad nueva”, aseguró Hulk a Mediotiempo.com.
Thiago tampoco ve venganza en el juego del próximo miércoles en el estadio de Fortaleza al asegurar que lo va a tomar “como un compromiso importante para mi carrera y para la selección”.
“Seguro que será aún más difícil que la final olímpica, ya que ahora ellos tienen jugadores con más experiencia”, señaló el jugador del París Saint Germain citado por el sitio de la FIFA.
La selección brasileña también ha pasado por un proceso de reestructuración tras la salida de Mano Menezes de la dirección técnica en noviembre pasado y la llegada de Luiz Felipe Scolari.
Una serie de malos resultados en amistosos internacionales, incluído el 2-0 que México le propinó en Dallas, Texas a mediados de 2012, pusieron en duda el futuro de Menezes de cara al mundial de Brasil 2014. La caída en Wembley fue el acabose.
La goleada sobre Japón el fin de semana pasada dio muestra del cambio en el semblante de la selección brasileña que ahora lidera el grupo A de la Copa Confederaciones.
Mientras, México no es el mismo que aquel que se colgó el oro en Londres. Los dirigidos por José Manuel de la Torre pasa por un mal momento al adolecer la falta de gol en el actual proceso eliminatorio de la Concacaf, sumando cuatro empates en cinco juegos.
La derrota ante Italia este domingo se suma a la mala racha del tricolor. Los mismos futbolistas del equipo mexicano han señalado que deben mejorar su forma de juego, como el caso de Carlos Salcido quien asegura que México jugó con “miedo” frente a la azzurra.
“Siempre he dicho, estamos corriendo como locos nada más, falta volumen de juego, de futbol, tener la pelota; entonces, ante un equipo como Italia, que te ataca y te deja jugar y no tienes posesión de pelota, es complicado”, apuntó el mediocampista en conferencia de prensa, citado por Notimex.
En la Copa Confederaciones de 1999, México derrotó a Brasil en la final celebrada en el estadio Azteca, un recuerdo más que pone sabor a este duelo entre ambas escuadras.
CNN