La tasa de abandono escolar en España entre los 18 -al concluir la etapa obligatoria- y los 24 años es del 26.5 por ciento, el doble de la Unión Europea (UE), que es del 13.5 por ciento, por lo que sus autoridades tiene como objetivo reducirla.
El proyecto de Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobado el 17 de mayo pasado por el Consejo de Ministros de España, reconoce esa tasa, que significa que “uno de cada cuatro jóvenes abandona (la escuela) al terminar la etapa obligatoria”.
El gobierno español reconoció que “España necesita una remodelación urgente” del modelo educativo, a través de lo que será el quinto proyecto de ley que se presente al Parlamento español desde 1985 a la fecha.
Entre las medidas que plantea la Ley está “anticipar la elección de itinerarios en etapa secundaria obligatoria, programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento (…) y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como refuerzo y apoyo”.
Durante 2011, la media de población de entre 18 y 24 años que abandonó en forma temprana la educación en los países de la Unión Europea fue de 13.5 por ciento.
Los porcentajes por encima del promedio de la UE corresponden a Malta, España, Portugal, Italia, Rumania y Reino Unido.
Mientras que los países del bloque que se sitúan por debajo del 10 por ciento son Eslovenia, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Luxemburgo, Suecia, Lituania, Austria, Países Bajos, Dinamarca y Finlandia.
El Ministerio de Educación de España presentó el año pasado sus Indicadores Educativos, según los cuales, la tasa de abandono escolar en jóvenes de entre 18 y 24 años (que incluye nivel superior) en 2011 fue del 26.5 por ciento, dos puntos menos que en 2010.
El documento recuerda que la educación y la formación es un objetivo prioritario de los Estados miembros de la UE, por lo que en la Estrategia de Educación y Formación 2020 del bloque se prevé reducir la tasa de abandono escolar por debajo del 10 por ciento.
España, que tuvo una tasa de abandono escolar de 26.5 por ciento, quiere reducir esa cifra por debajo del 15 por ciento.
El abandono, a nivel nacional, sigue siendo más elevado entre los hombres (31 por ciento) que entre las mujeres (21.9 por ciento), y los menores porcentajes se registraron en Navarra, con 12 por ciento, y el País Vasco, con 13 por ciento.
Los porcentajes más elevados se encuentran en Ceuta (ciudad española en la costa norte de África), con un 40.4 por ciento, y Andalucía, 32.5 por ciento.
Entre 2001 y 2011, la evolución del abandono fue oscilante, variando a lo largo de esos años entre el 26.5 por ciento y el 32 por ciento.
El Ministerio de Educación aclaró que “en los últimos cuatro años se aprecia una tendencia descendente, especialmente en los dos últimos años, en los que el abandono ha disminuido en España 4.7 puntos, situándose en el 26.5 por ciento.
Con la relación al nivel de estudios de la madre con el abandono, se aprecia que tanto en 2010 como en 2011, el porcentaje de jóvenes que abandonan es inferior en hogares que tienen madres con estudios superiores.
En 2011, la probabilidad de abandonar los estudios de los jóvenes cuyas madres tienen un nivel de estudios de Educación Superior fue de 5.0 por ciento, menor que en el caso de que las madres tengan estudios medios (51 por ciento) o inferiores (44 por ciento).
En diciembre pasado, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte anunció un plan para la disminución del abandono escolar, que financiará con un presupuesto de 40.8 millones de euros (unos 53.4 millones de dólares).
Para ello, el gobierno español propone medidas de análisis, sensibilización y difusión, tales como la elaboración de estudios para identificar zonas en las que se dan tasas elevadas de abandono; así como el desarrollo de campañas de sensibilización.
Así como medidas preventivas como reforzar las actuaciones de los Departamentos de Orientación y los programas de apoyo y seguimiento académico, y desarrollo de programas específicos en aquellas zonas y colectivos en los que se dan las mayores tasas de abandono escolar.
Además, plantea crear unidades de orientación para seguimiento y apoyo de jóvenes sin escolarización de entre 16 y 24 años; así como la realización de proyectos específicos en zonas de mayor riesgo de exclusión social y abandono escolar.
El plan se completa con ofertas educativas para jóvenes que han abandonado el sistema educativo.
Madrid, 25 Jun (Notimex)