Ganadora del premio Alejandrina, Carmen Clapp dirige un equipo de investigación enfocado a desarrollar elementos para inhibir la formación de vasos sanguíneos y con ello, frenar las retinopatías.
La investigadora del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Querétaro, descubrió hace alrededor de 20 años un grupo de proteínas que inhiben la formación de vasos sanguíneos.
Desde entonces, emplea modelos experimentales en roedores para estudiar la acción de estas proteínas en la regulación normal de la vascularización de diferentes órganos y de sus alteraciones asociadas a padecimientos como las retinopatías diabética y del bebé prematuro.
“La formación de vasos sanguíneos en la retina es un problema, porque eventualmente los nuevos vasos pueden crecer hacia la parte posterior del ojo, donde está el cuerpo vítreo y formar una especie de cicatriz”, explica.
Esta cicatriz llega a ejercer tracción sobre la retina hasta desprenderla, lo que se considera uno de los cuadros más graves, por ejemplo, en los niños prematuros.
Esto se debe a que los bebés que nacen prematuramente ingresan a una incubadora con altas concentraciones de oxígeno que pueden interferir con la formación de vasos sanguíneos en la retina.
Eso hace que no se formen vasos sanguíneos suficientes o incluso, que los vasos existentes involucionen, sin que esto se detecte con oportunidad.
“En los niños recién nacidos no se atiende la visión y cuando deben tener una visión desarrollada ya no la tienen, es una razón por la cual muchas personas pierden la vista temprano en la vida y no hay manera de recuperarla”, agrega.
Uno de los padecimientos de mas alto impacto, que estudia el grupo de 15 investigadores que dirige Carmen Clapp es la retinopatía diabética, porque cerca del 10 por ciento de la población mundial es diabética.
“Las altas concentraciones de glucosa en sangre hacen que mueran células que conforman los vasos sanguíneos lo que se traduce en interferencias con el flujo sanguíneo y menos aporte de oxígeno a la retina”, detalla.
La investigación también tiene relevancia en los cuadros de inflamaciones artríticas, donde la sobreproducción de vasos sanguíneos facilita el crecimiento del tejido inflamado de manera que de avanzar en el proyecto se podría obtener información que coadyuve a controlar el desarrollo de estos padecimientos.
Concentrados en la retinopatía diabética, una parte del equipo de la doctora Clapp pretende obtener mas información sobre posibles mecanismos alternos a la forma de tratar hoy esta enfermedad.
Actualmente el mundo médico opta por la fotocoagulación con láser, que es efectiva en el 50 por ciento de los casos, pero es parcialmente destructivo ya que quema la retina. También se están desarrollando tratamientos promisorios que se basan en la inyección intraocular de agentes antiangiogénicos..
“Hay muchas estrategias que se siguen, otras que están en experimentación. Queda mucho por hacer y no cabe duda que la investigación científica sobre el tema es de gran importancia para poder lograr futuras soluciones a estos y otros padecimientos que dependen de una vascularización excesiva.”
Querétaro, 15 Ago. (Notimex).