En los últimos años la composición de las familias mexicanas se ha diversificado debido a los cambios demográficos, económicos, sociales y culturales.
El empoderamiento de la mujer, cambio en las dinámicas laborales, la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo, la visibilización de familias homoparentales, la disminución en el número de matrimonios y el incremento en los divorcios han contribuido a esa diversificación.
Esta pluralidad en los núcleos familiares han sido impulsados sobre todo por los movimientos feministas y de diversidad sexual que surgieron durante los años 60 y 70.
Según el Artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Es además el grupo social básico en el que la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades y en el cual los individuos construyen una identidad, por medio de la transmisión y actualización de los patrones de socialización.
El Día Internacional de la Familia, que la Organización de las Naciones Unidas celebra el 15 de mayo, es la ocasión propicia para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este núcleo de la sociedad.
Los hogares familiares se pueden clasificar en nucleares, que se componen del jefe, su cónyuge y/o sus hijos, y en no nucleares, que son aquellos a los que se han agregado otros parientes y/o no parientes.
De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda de 2010, en México, 90.5 por ciento de los hogares son familiares y 97.3 por ciento de la población residente del país forma parte de ellos.
La proporción de los hogares no familiares es de 9.3 por ciento y la conforman los hogares unipersonales o grupos de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogares corresidentes).
Los hogares familiares encuentran su fundamento en las relaciones de parentesco que existen entre sus miembros, hay casos donde el jefe convive sólo con sus hijos (hogar monoparental), o bien, convive con sus hijos y su cónyuge (biparental), en conjunto. A estos hogares se les denomina nucleares y representan 70.9 por ciento.
Otra situación se da cuando a los hogares nucleares se incorpora la residencia de otros parientes (hogar ampliado) o de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogar compuesto), que en suma representan 28.1 por ciento.
Del total de hogares familiares, siete de cada diez son nucleares y 28.1 por ciento son extensos; en estos últimos 62.7 por ciento convive la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar, indistintamente de la convivencia de otros parientes.
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2005 sólo 50 por ciento de los hogares mexicanos estaban compuestos por una pareja (heterosexual) con hijos.
El resto son otro tipo de hogares como parejas sin hijos, unipersonales, un jefe o jefa de familia con hijos o corresidentes, es decir, hogares formados por personas que no tienen relación consanguínea o legal.
Datos del Conapo refieren que de 1990 a 2009 el número de hogares unipersonales aumentó de 4.9 a 9.7 por ciento, por lo que en la actualidad uno de cada cuatro hogares tiene una jefatura femenina.
En 1994 el reconocimiento de los derechos de las familias encabezadas por mujeres tuvo un importante avance con la celebración de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, en El Cairo, Egipto, la cual también sentó un precedente para el reconocimiento de hogares integrados por personas del mismo sexo.
Con base en estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a partir de 2009 en el Distrito Federal se legalizaron los llamados “matrimonios entre parejas del mismo sexo”.
Durante 2010 se registraron 380 uniones civiles entre hombres y 309 entre mujeres, mientras que en 2011 los enlaces fueron de 457 y 345, respectivamente.
Mientras tanto la cifra de divorcios en el país se incrementó considerablemente, al pasar de 84 mil 302 en 2009, a 91 mil 285 en 2011.
De acuerdo con las proyecciones sobre composición de hogares del Conapo, menos de 50 por ciento de los hogares podrían estar conformados por matrimonios con hijos y en los próximos años esa tendencia se incrementará, ya que los hogares mexicanos continuarán diversificando su composición interna.
México, 12 May. (Notimex)