España alargó a 29 partidos oficiales su racha sin perder

Italia peleará por el Tercer lugar ante Uruguay en Salvador de Bahía

España buscará uno de los únicos títulos que faltan en su historial

Más sufrido de lo pensado, pero la Final será como se esperaba. Fue necesario ir hasta los penales para derrocar a una renovada Italia que tiene como mejor argumento el exceso de calidad, como muestra el penal de Candreva a lo Panenka y que este jueves se quedó muy cerca de ganar un encuentro que pareciera haber perdido por la deuda que aún tiene con el “karma” y que en el pasado le ayudó a ganar encuentros imposibles de llevarse.

La grandeza de la generación dorada española dio para que, en el séptimo cobro Jesús Navas, consiguiera otro triunfo histórico que los pone a la postre de un nuevo título y de disputar en 90 minutos la etiqueta de favorito para la próxima Copa del Mundo ante el anfitrión; con la desventaja de haber jugado 30 minutos más y un día menos de descanso.

Cuando la frialdad de los números habla por sí sola. Así se puede resumir un primer tiempo en el que Italia fue muy superior a una España, que a pesar de tener la pelota la mayor parte del tiempo, sólo fue capaz de generar un par de llegadas de peligro que apenas inquietaron a Buffon.

Como sí se tratara de ponerse al corriente con las atajadas que Casillas no hizo en los últimos partidos con el Real Madrid, el portero español debió emplearse a fondo al menos en tres ocasiones para evitar la caída de su marco, siendo un remate de Christian Maggio a los 35 minutos, la jugada más peligrosa.

La renovada Italia de Prandelli aprendió del pasado y estudió a fondo a la España que hace casi un año la goleó en la Final de la Euro 2012. El timonel de la “Squadra Azurra” no puso objeción en regalar la pelota y eso se reflejó el 65 por ciento que la tuvo España, pero convirtió las laterales en auténticos látigos italianos.

Por un lado Maggio y Candreva maniataron a Jordi Alba y por el otro Giaccherini y Marchisio se convirtieron en el dolor de cabeza de Arbeloa para generar tres llegadas claras de gol en las que Gilardino falló, Casillas apareció y mientras tanto España sufría en Fortaleza.

Fue el “Niño” Torres el que rezongó con una jugada en la que se quitó a Barzagli como a un cono y que culminó con un disparo abierto de la portería italiana.

Nueve disparos italianos por dos de España desmentían el ya sepultado “Catenaccio” y minimizaban la importancia de la tenencia de la pelota hasta que los casi 30 grados de temperatura comenzaron a mermar el juego.

Del Bosque se vio obligado a modificar. Navas fue la solución que intentó darle a su equipo para tapar el lado izquierdo italiano ante la mala tarde de David Silva. Entonces la Furia se apoyó en Xavi e Iniesta y recobró la memoria, pero sólo por 10 minutos, pues Italia respondió.

La pelota ahora comenzó a ser manejada por el equipo de Prandelli que se dio el lujo de meter a España en su mediocampo y de provocar que sus defensas recurrieran al pelotazo para salir e incluso provocar nervio con la velocidad de Pedro.

El clima provocó que los últimos minutos fuera un duelo adormilado en el que Piqué apareció por sorpresa en el área italiana para poner la más clara en la tribuna y para que Gilardino dejara en claro porque Italia extrañó a Balotelli.

El exceso de calidad en el terreno de juego ocasionó la escasez de tiempo y por ello la prórroga de 30 minutos en los que Italia fue el primero en agredir con un gran desborde de Maggio que terminó con un riflazo de Giaccherini al poste de Casillas y la respuesta de Ramos que sólo en el área mandó el esférico a otro estadio.

El cansancio ya era protagonista. El factor humedad había hecho estragos en ambas escuadras y cualquier momento era bueno para apelar a la hidratación, dejando de lado el vértigo y apelando todo a un chispazo de fútbol que llegó con un zurdazo de Navas, pero también con un manotazo de Buffon que mandó todo a penales.

Medio Tiempo, 27 Junio 2013.