El capitán de la embarcación del ferry que sufrió un accidente el miércoles en el Bajo Manhattan y que dejó a más de 60 personas heridas, señaló que el choque se produjo cuando tuvo problemas con los controles de la embarcación.
Miembros de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) siguen indagando para determinar las causas del choque de la embarcación que transportaba pasajeros desde un muelle de Nueva Jersey hasta otro en el Bajo Manahatta.
El capitán Jason Reimer, de 36 años, dijo a los investigadores que se registró una falla mecánica y que no pudo poner a la nave en marcha atrás cuando intentó atracar. Reimer, descrito como un veterano de la flota de la empresa SeaStreak Wall Street, dueña de la embarcación accidentada, pasó las pruebas de alcoholemia, aunque los resultados de la prueba de consumo de drogas están pendientes.
Robert Sumwalt, miembro de la junta del NTSB explicó que el capitán trató de maniobrar la nave, con 326 pasajeros y cinco miembros de la tripulación, pero esta no respondió, y aunque trató de nuevo confirmó así que el centro de controles no funcionaba adecuadamente.
El ferry fue llevado a Nueva Jersey, donde los investigadores realizarán pruebas de controles, al motor, recién reemplazado y a los sistemas de propulsión.
La nave, que presta un servicio de transporte diario entre Atlantic Highlands en Nueva Jersey hacia el Bajo Manhattan, chocó contra el muelle 11, dejando a docenas de personas heridas, un par de ellas de gravedad. Algunas fueron atendidas en la escena del accidente, mientras que cerca de 60 fueron transportadas a centros médicos de la zona. (Notimex)