No siempre se puede estar en la zona de confort, y cuando de deudas se trata, es importante tomar el mando y el control de las finanzas para que más tarde no se convierta en un dolor de cabeza.
Facturas pendientes, gastos que no se pueden atender y “cero” en ahorro, son comportamientos que no pueden pasar desapercibidos, pues si bien se trabaja para tener “gustitos”, es importante identificar los límites y determinar cuál es la zona de comodidad en cuanto a deudas.
Por esta razón, las alarmas en el endeudamiento necesitan de responsabilidad y planeación, porque aunque a corto plazo no se ve el daño, esto puede afectar al largo plazo en la pareja, familia, patrimonio o hasta la jubilación.
¡Llegó la hora!
Para evitar dolores de cabeza, preocupaciones y ansiedad, es mejor que asumas el control de tus finanzas y sigas estos consejos:
1. Reconoce que estás endeudado. Si tienes demasiadas deudas, es importante que enfrentes el problema lo antes posible y evitse que la situación llegue a estar fuera de control.
Estas son algunas señales de alerta:
– Te llegan las cuentas del mes actual antes de que hayas pagado las del mes anterior.
– Te siente frustrado cuando pagas sus cuentas.
– Sabes qué es un aviso de pago retrasado.
– Evitas abrir la correspondencia y contestar el teléfono.
2. Piensa en un plazo. Reducir la deuda es como bajar de peso, no vas a adelgazar diez kilos en una semana. Necesitas trazarte metas y establecer plazos realistas; lo mismo sucede cuando se está endeudado, con calma y planificación lo puedes lograr.
3. Recorta tus gastos para sanar tus finanzas. La mejor manera de ahorrar dinero es dejando de gastarlo y recortar los gastos.
4. Aumenta tus ingresos. Si puedes reducir los gastos, también puedes ganar más dinero; piensa en formas creativas de aumentar tus ingresos y si está dentro de tus capacidades, consigue un trabajo de medio tiempo los fines de semana o inicia un negocio con un amigo haciendo algo que disfrutes.
5. Pide ayuda. Si estás endeudado y no sabes cómo empezar a hacer cambios, puedes obtener ayuda. Contacta a tus acreedores y busca un plan de pagos que te permita saldar tu deuda.