Cinco playas de México recibieron una distinción de sustentabilidad y calidad que les permitirá entrar a un mercado turístico europeo que busca lugares ecológicos, limpios y seguros.
Se trata de la certificación Blue Flag que otorga el jurado de la Fundación para la Educación Ambiental (FEE, por sus siglas en inglés), conformado por representantes del Programa de Naciones Unidas de Medio Ambiente, la Organización Mundial de Turismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“Existe un posicionamiento muy grande en el turismo europeo sobre lo que significa de gozar de una playa Blue Flag”, explicó Martín Gutiérrez, director de Pronatura, la organización que gestiona el programa en México.
“En teléfonos móviles hay aplicaciones que despliegan donde está la playa Blue Flag más cercana”, detalló Gutiérrez en entrevista con CNNMéxico.
Las playas Blue Flag de México son El Chileno, en Los Cabos, Baja California Sur; El Palmar, en José Azueta, Guerrero; Playa Nuevo Vallarta, en Bahía de Banderas, Nayarit; Playa Chahue, en Santa María Huatulco, Oaxaca; así como Playa Delfines, en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo.
Según Gutiérrez, la gente que decide ir a un destino con esta certificación representa un mercado de 27,000 millones de euros al año.
“Es un gran logro para el país y va a traer a gente que no estaba llegando a nuestras costas”, dijo el director de Pronatura.
Criterios muy estrictos
Las playas certificadas como Blue Flag —que tiene más de 25 años en Europa—deben cumplir 33 rigurosos criterios para ser seleccionadas, los cuales están integrados en cuatro componentes: calidad de agua, gestión ambiental, información y educación ambiental, y seguridad.
Por ejemplo, deben ofrecer y promover información ambiental, los datos sobre la calidad del agua deben estar visibles y debe existir información sobre el ecosistema local.
Además, estas playas cuentan con un código de conducta y servicios como agua potable, seguridad y equipos de primeros auxilios.
El hecho de que el país tenga desde hace 10 años la norma mexicana 120 de certificación de playas ayudó a encontrar cuáles eran los lugares más idóneos para recibir la distinción Blue Flag, dijo Gutiérrez.
El jurado nacional, la primera instancia política de representación en el proceso de certificación, está integrado por las secretarías de Turismo y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que a su vez envían a un jurado internacional las propuestas de certificación, explicó Gutiérrez.
La etiqueta Blue Flag puede revocarse si se detecta que la playa ya no cumple con los 33 criterios.
“Se puede quitar la certificación, que es solo de un año. Si no se cumplen los criterios, se elimina”, afirmó Gutiérrez, quien hizo un llamado a los ciudadanos a denunciar cualquier anomalía en estas playas.
CNN México