Esa promoción iba a ser tuya, trabajaste duro para conseguirlo y todo indicaba a que tú lo ibas a recibir y creíste que era algo seguro.

Pero no te lo dieron….

Fuera de perder tu trabajo, que decidan no darte esa promoción es la peor experiencia en el ámbito profesional que podrás vivir, particularmente si tienes toda la mentalidad de emprendedor.

Es un paso atrás y pasa a pesar de los sacrificios que hagas como faltar a cumpleaños, recitales de tus hijos o vacaciones. Le diste tu vida a tu trabajo. Decir que te desilusionaste es decir poco.

Pero tienes que superarlo. Ayuda hablar con un ser querido al respecto o acudir con un terapeuta, pero la verdad es que lo mejor que puedes hacer es guiarte por unos pasos de auto-ayuda. Haciendo esto te ayudará a seguir adelante más rápido.

  1. Date el lujo de sentir lastima por ti mismo: sonará un poco drástico esto, pero es enserio. Date un tiempo para pasar por las emociones que sentirás. Enojate, llora, siente el remordimiento, quejate, chilla, haz lo que sea que tus emociones te estén pidiendo. Darte un tiempo para validar lo que sientes es un paso necesario para recuperarte y seguir adelante. Sólo asegurate de poner un limite de tiempo por cuanto tiempo piensas pasar por esto antes de seguir al siguiente paso.
  2. Acepta las cosas como son: no podrás seguir adelante hasta hacerlo. Es hora de aceptar la realidad como es y que lo que pasó, pasó. No puedes cambiar lo que ya esta hecho. Puedes sentarte y pensar todo el tiempo en el hecho que escogieron a otro en lugar de a ti, pero lo único que esto logrará es que guardarás mucho rencor dentro de ti y aunque intentes ocultarlo, siempre se te va a notar. No puedes cambiar los hechos, pero puedes controlar cómo respondes a la situación. Sabiendo esto te dará el poder de tomar nuevas decisiones que podrán guiarte a la siguiente parte de tu vida profesional. Enfocate en eso mejor.
  3. Descifra lo que salió mal: considera lo que pudiste haber hecho mejor con la información que tienes. Luego busca en tu interior algunas respuestas y conclusiones. Aunque no tengas nada de información de fuentes ajenas. Tú te conoces, conoces la empresa y tu jefe lo suficiente para poder descifrar lo que pudiste haber hecho – o no haber hecho – para que decidieran darle la promoción a alguien más. Sé honesto, es muy importante que enfrentes la realidad para que puedas aprender de tus errores. Fingir que no hiciste nada mal te puede impedir de tener éxito a futuro.
  4. Solicita información: que te den sus opiniones tus jefes, mentores, colegas o empleados. Cómo recibes esta información depende totalmente de ti y puede variar mucho dependiendo de a quién le preguntes. Pero ver qué opinan de ti puede brindarte información muy valiosa que te permitiría hacer los cambios necesarios para crecer y seguir adelante.
  5. Deja ir la desilusión: aceptar las cosas y dejarlas por las buenas son cosas distintas. Tienes que hacer ambos para seguir adelante. No tienes que arraigarte al recuerdo del puesto que no te dieron, como dije antes, no puedes cambiar lo que ya esta hecho. Tienes que dejar de ver esto como una desilusión y como el final de algo y debes verlo como el principio de un nuevo capitulo en tu vida. Dejar las cosas ir te libera de cualquier sentimiento negativo que podría tener la experiencia.
  6. Piensa en qué harás ahora: ¿debes quedarte o irte? Eso depende totalmente de ti y no es algo que tengas que decidir inmediatamente. Pero darte cuenta que es una opción disponible es muy importante. Pensar en una estrategia para seguir adelante es indispensable en este punto. Si sientes que todavía hay cosas que debes o puedes hacer en tu trabajo actual, esto podría abrirte otras puertas, en ese caso, quedate. Pero si sientes que ya no hay nada que puedas aportar para la compañía, no esperes más y sal de ahí. Buscar algo nuevo mientras sigues en tu actual trabajo es más fácil que esperar a que te despidan.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.