Para el 2015 se estima que habrán 340 millones de personas viviendo en 21 megaciudades por todo el mundo. Mientras que las poblaciones crecen en estas ciudades habrá que hacer unas modificaciones en la infraestructura para poder producir alimentos para todos, pero no hay suficientes campos para cultivar tanta comida… pero si abundan los océanos.
Para cumplir con esta meta se ha creado SeaLeaf, una unidad hidropónica modular que puede cultivar verduras mientras flota como boya. El equipo responsable ha demostrado que puede hacer siete a ocho cosechas al año, mientras que con la agricultura convencional sólo se logran 3 al año.
Dado que 18 de estas megaciudades que mencionamos antes se encuentran en la costa, el equipo se imagina una red de granjas de SeaLeaf que podrán alimentar a millones de personas. En teoría, estas granjas sólo llegarían a un kilómetro de distancia de la costa.
La unidad funciona con paneles solares y esta hecho de polietileno reciclado, pero esta inspirado por la forma tradicional de cultivos sobre agua en Bangladesh. Ahí los granjeros han estado construyendo granjas flotantes con bambú y jacinto por las inundaciones. Pero dado a que el SeLeaf regla la cantidad de luz solar que reciben las plantas dentro, podría usarse dónde sea, hasta lugares dónde hay muchísima exposición al sol.
Los cultivos se recolectarían de una forma similar que lo hacen en Bangladesh con caminos especiales.
“La idea es que las granjas estarían flotando junto a las costas. Accederías vía la infraestructura ya establecida para barcos pequeños y ya que estás en la granja caminarías por los caminos para hacer la cosecha,” dice Roshan Sirohia, una de las desarrolladoras del SeaLeaf. “En el futuro nos gustaría explorar formas más rápidas de hacer las cosechas ya que recogiendo todas las charolas una por una tomaría mucho tiempo.”
El equipo responsable por el desarrollo de la unidad ahora esta buscando conseguir una página en Internet y finanzas para hacer pruebas con una granja completa.
93% de las cosechas en Singapur son exportadas. El equipo se ha estado preparando para hablar con el gobierno para empezar con las pruebas aquí. También hay muchas cuestiones con el diseño que necesitan trabajo. Por ejemplo: un sistema de ósmosis en reversa para convertir el agua salado en una solución nutritiva para las plantas si no consiguen agua suficiente de la lluvia o maneras más eficaces para equilibrar las unidades.
Lo más importante es que no se han podido hacer pruebas con una red de estas unidades flotantes y tampoco se ha podido analizar qué clase de impacto tendrían con la fauna marina a una mayor escala.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.