Llega un momento en la vida de las parejas donde ya es hora de mudarse juntos. Quizá ya llevan uno o dos años juntos y conseguirse dónde vivir juntos naturalmente parece el siguiente paso. Quizá ya tengas un cepillo de dientes en casa de tu pareja o viceversa y tener ambas firmas en el contrato de la renta sólo sea una formalidad.
¿Pero qué pasa después de que finalmente empacas todas tus cosas y te instalas en un nuevo hogar? ¿Qué es lo que cambia más cuando finalmente te mudas con tu pareja?
Una de las respuestas más populares es que hay que lidiar con mucho más cabello. ¿Te encanta la melena que tiene tu pareja? Bien, ahora acostumbrate a encontrar sus pelos en toda tu ropa, el sillón y posiblemente hasta enredados entre tus genitales (muchos hombres tienen este problema.)
Tu vida sexual también empezará a sufrir unos cambios. Algunas mujeres consideran que mudarse con sus parejas significa que el sexo se va a volver otra tarea, un quehacer más en la casa. Otras personas creen que se pierde la pasión en el sexo pero que se vuelve mucho más consistente. Además, cuando están constantemente juntos, las conversaciones también pierden un poco su chiste. Cuando pasas todo tu tiempo fuera del trabajo con una persona, se acaban los temas de conversación.
A pesar de lo negativo, mucha gente no puede imaginarse la vida solitaria.
Algunos de los beneficios de vivir con alguien incluyen tener para quien cocinar y con quien comer. Pueden pasar tanto tiempo como quieran desnudos frente al otro, pueden dividir sus gastos y siempre tendrás con quien pasar el rato.
Algunas personas hasta dicen que su calidad de vida mejoró cuando se mudaron con su pareja. Algunos empiezan a desayunar diario, comen menos alimentos que no son muy nutritivos porque es mejor preparar comida para dos que para uno y prefieren irse a la cama en lugar de simplemente quedarse dormidos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.