Ya sea que lo compres en el super, en tu panadería favorita o lo haces en casa, no hay nada como un buen pan recién horneado.

El problema es que no dura mucho tiempo el pan fresco y se convierte rápidamente en algo duro y poco comestible.

La maner más fácil de evitar que le pase esto a tu pan para que dure más es congelándolo. Pero probablemente no has pensado mucho en cómo descongelarlo después.

Si alguna vez has congelado el pan, quizá ya sepas que después te sabe más a cartón que lo que era originalmente. El truco es hacerlo bien, aquí te enseñamos la forma correcta de descongelar el pan para que no sepa horrible después:

La forma correcta de congelar el pan

El primer paso es congelando el pan correctamente. No basta con que lo metas al congelador y ya, primero debes envolver el pan en papel encerado, luego lo cubres con plástico autoadherente y por último mételo todo en un envase sellable reutilizable, como un tupper.

Si el pan lo tienes rebanado, recomendamos que envuelvas cada rebanada individualmente y luego metes todo en un solo contenedor, de este modo también sólo tienes que descongelar lo que vas a utilizar.

Diferentes tipos de pan se congelan en diferentes momentos

El método es el mismo para el pan que sea, pero la clave es congelar el pan justo cuando empieza a volverse tieso.

Si se trata de pan recién horneado, es mejor que esperes un día o dos antes de congelarlo.

Pan que compras en el super (o pan de caja) normalmente tiene conservadores, así que se mantiene fresco por alrededor de una semana a temperatura ambiente, así que te esperas una semana para congelarlo.

Cómo descongelar el pan

Para descongelar un pan entero, mételo en el refrigerador por toda la noche. Luego lo calientas en un horno a 160º hasta que esté completamente caliente por dentro (normalmente unos 20 minutos).

Para descongelar rebanadas individuales de pan, puedes saltarte el paso del refrigerador y puedes meterlos directamente a tu tostador si tiene opción de descongelar. También puedes aplicar la de meterlo al horno a la misma temperatura por unos 5 minutos o hasta que se empiece a ver tostado por fuera.

Y ya a partir de ahí sólo te queda disfrutar de tu pan semanas después de comprarlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.