Hace casi cuatro años, una destilería escocés envío un frasco de whisky al espacio todo por la ciencia. Regresó el frasco a la Tierra en septiembre del 2014, y según la destilería, el whisky fue considerablemente alterado durante su tiempo en nuestra órbita.

El whisky llevaba partículas de roble. El experimento fue diseñado para probar cómo la micro-gravedad afecta a los terpenos, compuestos orgánicos responsables de darle su sabor distintivo al whisky. Después de llegar a la estación, la muestra de whisky fue expuesto a las partículas de roble en un contenedor sellado y lo dejaron madurar a lo largo de tres años. Se llevó a cabo un experimento idéntico en la Tierra como una especie de control.

Ambas muestran fueron analizadas para comparar. Los resultados no mostraron ninguna diferencia importante, sin embargo, se observó una diferencia en el efecto que el roble tuvo sobre el proceso de maduración. La muestra en la Tierra absorbió más del sabor de las partículas de roble que la muestra en nuestra órbita, indicando que las condiciones de micro-gravedad cohibieron la extracción del roble.

Las diferencias más importantes entre ambas muestras fueron evidentes durante el proceso de probar las muestras. La muestra en la Tierra, según la destilería, parecía algo como un estilo Ardbeg añejo con pequeñas notas de cedro, ahumado dulce y vinagre balsámico añejo junto con pasas, melaza de caramelo, vainilla y naranjas quemadas. Sus sabores maderosos y balsámicos resaltaron, junto con unos ligero toques dulces y un poco de carbón, dejando un sabor que se queda mucho tiempo en tu boca ligeramente a humo, alquitrán y chocolate.

La muestra en la órbita tenía un aroma intenso con pequeños toques de humo antiséptico, hule y pescado ahumado, junto con una curiosa nota perfumada, como de violeta o cassis, y fuertes sabores de madera, resultando con un aroma un poco carnoso. El sabor era muy concentrado con frutas ahumadas como ciruelas, pasas, ciruela pasas y cerezas, humo de turba terroso, menta, anis, canela y tocino ahumado. El sabor que queda en la boca después es intenso y duradero con ligeros tonos de madera, pastillas antisépticas y humo de hule.

Aunque el sabor a pastillas antisépticas y de humo de hule no suenan muy atractivas, la destilería espera que este experimento ayudará con la investigación de sabores y busca crear nuevos sabores con la ayuda de la micro-gravedad.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.