culpa por no salir al sol

Para muchas personas, el sol es una invitación a salir y aprovechar cada rayo, pero ¿qué pasa si no puedes salir o simplemente no quieres? Aquí es donde entra la “culpa por no salir al sol”, esa sensación que tienes cuando sabes que deberías salir, pero por alguna razón no lo haces, y te pasas el día sintiéndote mal por ello.

Si estás atrapada en una oficina o no puedes salir por algún motivo, un día soleado puede sentirse como una carga—y según las conversaciones recientes en redes sociales sobre la “culpa por no salir al sol”, no estás sola. Una usuaria de TikTok explica: “En cuanto sale el sol y hay cielos azules, siento un peso enorme en el pecho, como si estuviera desperdiciando el tiempo si no estoy tirada bajo el sol aprovechando cada rayo UV.” Incluso comparte que cancela planes y ajusta su trabajo para maximizar su tiempo bajo el sol.

Otra usuaria de TikTok describe sentirse casi atrapada afuera después de tomar el sol desde las 8 a.m. hasta las 4:30 p.m. “Estoy exhausta. Tengo calor. Estoy hambrienta. Pero no puedo entrar porque mira qué hermoso está hoy,” dice en su video.

¿Qué es la culpa por no salir al sol?

La culpa por no salir al sol se refiere a la presión que sientes para aprovechar al máximo un día soleado. Ya sea que estés atrapada adentro por un compromiso laboral o prefieras relajarte en casa, esa culpa es esa pequeña voz en tu cabeza susurrando: Todo el mundo está afuera disfrutando del sol, excepto tú, así que sal ahora mismo.

Los expertos dicen que hay muchas razones para esto. Existen expectativas tanto sociales como personales de que el buen clima debe disfrutarse, lo que genera una sensación de obligación de salir y aprovecharlo.

Una mentalidad de escasez—la idea de que hay un número limitado de recursos, como un día soleado—también podría estar impulsando esa presión de salir. Algunas de nosotras somos susceptibles a tener una mentalidad de escasez, creyendo que si no aprovechamos el día ahora, quién sabe cuándo será el próximo día “soleado y perfecto”. Nos sentimos culpables porque pensamos que nunca recuperaremos ese día.

Sin mencionar que pasar tiempo al aire libre tiene un impacto positivo en los niveles de cortisol, la ansiedad y la depresión, y el bienestar mental en general. Además, muchas personas asocian estar al aire libre con cosas positivas como ser activas, pasar tiempo con otras personas o incluso irse de vacaciones. Así que puedes experimentar culpa o FOMO si no estás participando y disfrutando de esos beneficios mientras los demás sí lo hacen.

El FOMO también ocurre cuando vemos a otras personas disfrutando de un día soleado en redes sociales o a través de las ventanas de tu oficina. Es fácil sentir que todo el mundo está aprovechando el clima hermoso, excepto tú.

¿Por qué sentimos FOMO?

En una época en la que las redes sociales ofrecen infinitas oportunidades para compararte con los demás, el FOMO se ha vuelto un sentimiento muy común. La teoría de la comparación social sugiere que los seres humanos tienen una tendencia natural a compararse, lo que puede hacerte sentir mal. Cuando percibes que los demás están teniendo mejores experiencias, puedes sentirte inferior o pensar que de alguna manera has fallado al no estar donde “deberías” en la vida.

Aunque el término se acuñó en los 2000, el FOMO ha existido desde el principio de los tiempos. Desde una perspectiva evolutiva, ser parte de un grupo era esencial para la supervivencia. Perderse actividades grupales podía significar quedarse fuera de oportunidades o recursos importantes para sobrevivir. Sentir la presión de pasar tiempo con otros es natural, pero en la era moderna, esto puede convertirse en algo más grande.

Aunque el FOMO a veces puede parecer insoportable, no siempre tiene que ser algo malo. De hecho, lo llamamos “un indicador” o “una lucecita que parpadea” que te dice que no estás actuando en alineación con tus valores. Esta lucecita puede ser algo positivo, dándote el impulso que necesitas para honrar tus necesidades más profundas.

Podemos castigarnos por no estar afuera, o podemos tomarlo como una señal para ajustar algunas de nuestras rutinas y asegurarnos de que la próxima vez sí podamos disfrutar del sol. Así que, si sientes que quedarte adentro no te está beneficiando, puedes buscar formas de cambiar tu horario para tener más tiempo bajo el sol, o tal vez identificar el próximo día soleado en tu aplicación del clima para disfrutarlo intencionalmente.

¿Cómo lidiar con la culpa por no salir al sol?

Para enfrentar la culpa por no salir al sol, empieza por replantear tus pensamientos. Por ejemplo, en lugar de enfocarte en lo que te estás perdiendo, puedes enfocarte en lo que estás ganando. (Piensa: Tal vez quedarte adentro está ayudando a aumentar tu productividad o te está dando el tiempo necesario para descansar).

Además, quedarse en casa no tiene que ser “todo o nada”. ¿Podrías salir cinco o diez minutos, pero tu mentalidad está atrapada en la idea de que debes estar afuera por una hora completa o no vale la pena? Si estás ocupada pero aún sientes FOMO, puedes abrir una ventana, poner música que te conecte con la naturaleza, incorporar más plantas a tu espacio de trabajo o incluso comer algo “natural” como una ensalada o frutas. También puedes explorar opciones de trabajo al aire libre (como tener una reunión caminando), hacer una llamada afuera, comer tu almuerzo bajo el sol o encontrar otras formas de activar tus sentidos.

Si experimentas culpa por no salir al sol, también es importante practicar la autocompasión. Está bien sentirte decepcionada. Date permiso para sentirlo por un momento, en lugar de reprimirlo, y estarás mejor preparada para seguir adelante. Además, recuerda que estos sentimientos de estarte perdiendo algo son temporales. Otras oportunidades vendrán y esta sensación pasará.

Para lidiar con esto, incluso puedes planear esas futuras oportunidades al aire libre ahora mismo para aliviar tu estado de culpa. No solo aliviará algunos de los sentimientos actuales al darte algo que esperar, sino que también puede ayudarte a combatir la mentalidad de escasez al recordarte que pronto habrá otro día hermoso.

¿El punto clave? Pasar tiempo bajo el sol podría ser la descripción de un día perfecto para alguien, pero si no lo es para ti hoy, no dejes que la culpa por no salir te impida disfrutar de dónde estás.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.