El concepto de ganar es relativo cuando de discusiones se trata, a veces ganar la pelea a punta de gritos, puede menoscabar la buena imagen que se tiene en los diferentes ámbitos.
Cultivar la habilidad de cerrar la boca cuando es necesario es importante. No todas las batallas deben enfrentarse atacando, por lo que es importante conocer cómo actuar en el momento y la ocasión precisa. Jorge Eduardo R. de la Gala López, Máster en Dirección Estratégica y Mercadotecnia Estratégica explica las formas cómo se puede ganar una discusión:
1. No es personal, son negocios
Hace unos años demandé a una empresa de juguetes que pensé que había infringido en una de mis patentes tecnológicas. En retrospectiva, creo que hubiéramos resuelto la disputa más rápidamente si hubiera prevalecido la cabeza fría. Pero me puse muy emocional y ellos también. El conflicto terminó en la corte después de luchar por tres años, lo que me provocó una gran carga. Lo mejor es no tomar decisiones cuando estás emocional. Da un paso atrás y pregúntate: ¿Es la mejor dirección que puedo tomar o simplemente estoy molesto?
2. Hablar, antes que escribir
Siempre es más fácil que haya malentendidos en los emails. Fortalecerás tus relaciones clarificando por teléfono qué quieren decir tanto tú como la persona con la que estás en contacto. He malinterpretado lo que las personas me han escrito en emails en muchas ocasiones. Particularmente cuando se trata de temas sensibles, háblalos.
3. Presiona ‘Eliminar’
La idea de que cualquiera puede ganar una discusión en internet es ridícula. Por la razón que sea, algunas personas disfrutan el anonimato para insultar. Me ha tomado muchos años, pero creo que la mejor manera de responder a mis haters es no diciéndoles nada. Incluso aunque estés calmado y racional, cualquier cosa que escribas puede provocar un incendio.
Hay muchas personas que disfrutan molestando a los demás. Si decides no involucrarte, te sorprenderás de lo rápido que morirá la discusión. E intenta tener sentido del humor. Generalmente me enojo cuando leo los comentarios de odio, pero después los encuentro graciosos.
4. Dejar la última palabra
Es mejor volar bajo radar. Podrías sentirte bien de tener la última palabra, pero probablemente alguien más recordará tu comentario por mucho tiempo y regresará después para acecharte. Simplemente no vale la pena.
5. Menos es más
Todos hemos estado en juntas en las que alguien hace una pregunta y la persona a cargo de la reunión redunda en la respuesta. Recuerda que la mayoría de las preguntas pueden responderse simplemente y que todos aquellos con los que trabajas agradecerán tu habilidad para ser conciso. Y también es cortés: nos gusta más el sonido de nuestra voz que a los demás.
6. Auto-censura
Sí, todos tenemos derecho a opinar. Pero eso no significa que tengamos que expresar nuestra opinión de todo. El otro día, Martha Stewart declaró que no piensa que los bloggers sean expertos. Ok, ésa es su opinión, pero no creo que sea sabio para ella porque muchos bloggers promueven su marca de estilo de vida. ¿Entonces de qué le sirvió? No lo sé, pero podría terminar afectando su negocio. Necesita bloggers e influenciadores como todos los demás.
7. Cómodo en silencios incómodos
Cuando se trata del arte de negociar, he aprendido una verdad: Nunca hables primero. Cuando nos sentimos incómodos con los silencios, es tentador llenarlos rápidamente, pero si lo haces podrías terminar diciendo cosas que no quisieras. He descubierto que la primera persona en hablar generalmente pierde la discusión. Así que haz tu punto, ten confianza en ti mismo y fuérzate a esperar una respuesta.
Fuente: FP