sarten

No es difícil mantener una sartén de hierro fundido, pero aveces no llevamos a cabo adecuadamente su mantenimiento. Pero es bueno saber cómo resucitar un viejo y oxidado sartén. Así que si estas lidiando con un sartén oxidado, siente un alivio con la información que te vamos a brindar a continuación.

Para empezar, no esta muerto ya el sartén. Lo puedes salvar y aquí te explicamos cómo:

Baño de vinagre

Si la capa de oxidación en tu sartén es superficial, probablemente puedas saltarte este paso e ir directo al tallado. Pero para sartenes verdaderamente oxidados y maltratados, sugerimos un baño de vinagre. Mezcla vinagre blanco con agua en partes iguales y sumerge el sartén en esto. Lo puedes dejar remojando hasta ocho horas, pero es mejor si lo revisas con frecuencia, puede quedar en una hora. El vinagre disolverá el óxido, pero una vez haya hecho eso, comenzará  a dañar el sartén y el daño es irreversible, así que retira el sartén tan pronto quede sin óxido. Pero si la oxidación esta profunda, olvidate del sartén.

El tallado

Después de esto, vas a querer tallar el sartén con agua y jabón. Usa un detergente ligero y agua tibia y limpia cualquier pedazo de óxido que quede con una esponja ligeramente abrasiva. Nunca metas el sartén en el lavaplatos, una esponja abrasiva verde o lana de metal son buenas opciones, pero no uses algo demasiado abrasivo. Sécalo inmediatamente cuando termines para evitar que se vuelva a oxidar.

Agregarle protección

Hay muchas maneras de hacer esto, pero sugerimos que precalientes el horno a 175ºC y pon un grande pliego de papel aluminio en la rejilla de hasta abajo. Unta algún aceite neutro que no emita mucho humo, como aceite vegetal, sobre todo el sartén. Luego ponlo de cabeza sobre el aluminio para atrapar cualquier gota que caiga. Dejalo hornear por una hora y dejalo enfriar después por 45 minutos. Esto gradualmente le dará capas de protección para tener una mejor superficie para cocinar y evita la oxidación.

El almacenaje

Es importante cómo uses tu sartén para cuidarlo, pero también es importante cómo lo guardas. Primero debes asegurar que esté completamente seco y tallado con aceite después de cada uso. Guárdalo en un lugar fresco y seco con baja humedad. Cualquier exceso de humedad causará que lentamente se vuelva a oxidar. Si guardas muchos sartenes uno arriba del otro, pon servitoallas entre cada uno.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.