Hay pocas cosas más frustrantes que pagar por un almuerzo que no disfrutaste, pero normalmente no sabemos si un restaurante es malo o no hasta que es demasiado tarde.

¿Pero cómo puedes darte cuenta antes de tiempo? Aquí te daremos unos consejos para reconocer las señales de advertencia para irte de un restaurante antes de pedir y arrepentirte:

Fíjate si no parece tener mal temperamento el chef

Si los meseros te dan la contraria sobre la calidad de la comida o intentan convencerte de no regresar algún platillo por cualquier razón (ya sea que esté demasiado cocino o le falte, etc.) por lo general significa que su cocinero no es bueno tomando crítica y es muy probable que le hagan algo a tu comida antes de que te lo entreguen.

Fíjate cómo interactúan los empleados

La  manera que se llevan e interactúan los meseros con los cocineros y el resto del personal es muy importante para entender cómo se maneja el restaurante. Si todos parecen estar en harmonía y felices, están bien coordinados, por lo general es porque el sistema bajo el que operan funciona.

En estos casos puedes quedar seguro de que la comida va a ser buena. Así es cómo suele funcionar con restaurantes más pequeños o manejados por una familia.

Los tapetes son mala señal

Los tapetes no tienen lugar en un restaurante. No es higiénico, suelen adquirir olores poco agradables y arruinan el ambiente de un buen restaurante.

Haz preguntas específicas sobre la comida

Siempre pregunta sobre el origen de cosas como el pescado en particular, pero es una buena regla para casi cualquier alimento. En un restaurante especializado en carnes, los meseros por lo general saben de dónde proviene la carne y en qué fecha les llegó.

Es importante que te puedan decir de dónde viene, cuándo llegó, en qué granja se crió, qué raza en particular es la que te van a servir, etc. Mientras más sepa el mesero al respecto, mejor. Es una marca de orgullo para un restaurante tomar cada paso requerido para informarte del origen de tu comida.

Si le preguntas a tu mesero que de dónde viene el pescado que estás pidiendo y te dice que no sabe, es mejor que no comas ahí.

Cuidado con las cartas enormes

Si el menú parece más un libro que una simple carta, será mejor que no te tomes la molestia de ni leerlo. Por lo general en este tipo de restaurante todo está congelado y casi nada de lo que comas va a ser fresco.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.