Los huevos son algo que encontrarás en casi cualquier cocina que te encuentres en el mundo. Son deliciosos de cualquier forma que los prepares y son super rápidos de cocinar.
Pero si estás teniendo problemas decidiendo si los huevos en tu cocina ya llevan demasiado tiempo y les toca ir a la basura o comerse ya, aquí te ayudamos para evitar que pases malos momentos en la cocina o el baño.
Para empezar, te habrás dado cuenta que los huevos tienen fecha de caducidad en sus cartones. Esta fecha no es una regla estricta, así que todavía puedes disfrutar de un buen huevo después de que se pase la fecha marcada. Así que no los tires tan pronto pase la fecha de caducidad.
Pero no por eso significa que los huevos no se echan a perder, al igual que cualquier alimento sin procesar, definitivamente es algo que pasa.
¿Cuánto tiempo duran los huevos?
Deberías de comerte tus huevos dentro de tres semanas de haberlos comprado.
Huevos frescos deberían de durarte entre cuatro a cinco semanas.
Cuando pasa la fecha de caducidad es más bien que se pasa la fecha de su estado más óptimo.
Cómo saber si tus huevos vencidos están buenos o no
Hay unas maneras que puedes averiguar si tu huevo está podrido o no. Si la cáscara está rota, aunque sea una grieta super fina, se echará a perder mucho más rápido. La verdad es que cuando un huevo ya no está bueno, te lo va a dejar saber. En esto es lo que deberías de fijarte:
- Inspecciónalo: un huevo podrido puede tener condensación afuera o puede verse medio baboso. También la clara podrá verse rosa o blanco iridiscente, indicando la presencia de bacteria. Si notas cambios en la apariencia del huevo, tíralo.
- Huélelo: si tu huevo huele mal tras abrirlo, como a azufre (el famoso olor del huevo podrido), es hora de tirarlo.
- Flótalo: conforme pasa el tiempo, la humedad dentro del huevo sale, dejando entrar aire. Si metes tu huevo en agua y flota en lugar de hundirse hasta el fondo, significa que ya ha pasado mucho tiempo desde que era comestible. Aunque es posible que todavía esté bueno, si lo abres y no huele mal, todavía está bueno.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.