El equipo médico que atiende a Michael Schumacher dio inicio a la reducción de la sedación, el paso previo para despertar a la leyenda de la Fórmula 1, que ha estado un mes en coma inducido.
“Podría llevar mucho tiempo”, concedió Sabine Kehm, manager del piloto alemán, en un comunicado.
Se trata de un proceso lento que podría durar días, semanas… incluso meses. Comienza con la reducción de los sedantes que lo tienen en ese estado.
Esta recuperación depende de cuán afectado está el cerebro del paciente. Y la experiencia médica ofrece un panorama desolador.
Según el NHS (el servicio de asistencia sanitaria del Reino Unido) “cuanto más tiempo pase la persona en coma, peor será el resultado”.
El profesor Gary Hartstein, quien fue jefe médico de la Fórmula 1 entre 2005 y 2012, dijo que era “extremadamente poco probable” una recuperación completa. “Honestamente diría que es virtualmente imposible que regrese el Michael que conocimos antes de su caída”.
El siete veces campeón sufrió una grave lesión en la cabeza el 29 de diciembre pasado, debido a un accidente de esquí en los Alpes franceses.
Tras trasladarlo en helicóptero a una clínica en Grenoble, le indujeron el coma para retirarle los coágulos de la cabeza.
Silencio roto
Se sometió a dos operaciones y desde entonces no se tuvo más noticias de su estado hasta esta semana, cuando rumores de que lo habían despertado hicieron que la familia publicara un comunicado desmintiendo esta información y aclarando que apenas ahora le habían reducido la dosis de los fármacos que lo mantenían dormido.
A diferencia de las películas, las personas no suelen despertarse repentinamente, sino que tienden a ir recuperando a poco a poco las funciones del cerebro.
Esto se debe a que los efectos del medicamento que lo mantiene en ese estado tardan tiempo en desaparecer del cuerpo.
El lento proceso puede empezar con un pequeño movimiento en un dedo o apretar una mano. Si el paciente es afortunado, algunos de los pasos pueden ocurrir al mismo tiempo, lo que aceleraría el despertar.
“Creo que se debería considerar un triunfo a la resistencia física humana -y a los cuidados neurointensivos modernos- si Michael puede caminar, comer sólo, vestirse y si retiene suficientes elementos de su personalidad”, señaló Hartstein, quien no forma parte del equipo de especialistas que atienden al piloto.
Por su parte, Colin Shieff, neurocirujano del Hospital Nacional para Neurología y Neurocirugía en Londres, considera que si bien todavía es posible recuperar la conciencia, se trata de un escenario muy lejano.
“En el mejor escenario, habrá discapacidades en la comunicación, la memoria, movilidad e independencia. En el peor, el paciente puede permanecer en un ‘estado de bajo despertar’ con poca consciencia de lo que le rodea, algunas respuestas de comodidad e incomodidad, ciclos de estado de alerta y ocasionalmente parecerá que reconoce o que hace un intento para comunicarse”, explicó Shieff, quien tampoco está involucrado en el tratamiento del expiloto de Ferrari.
Estado vegetativo
Si tras retirarle los sedantes queda en un estado vegetativo, el paciente podrá abrir los ojos y parecer despierto. También puede recuperar las funciones básicas, como respirar sin ayuda y controlar su presión arterial.
“Creo que se debería considerar un triunfo a la resistencia física humana -y a los cuidados neurointensivos modernos- si Michael puede caminar, comer sólo, vestirse y si retiene suficientes elementos de su personalidad” – Gary Hartstein, jefe médico de la Fórmula 1 entre 2005 y 2012
El NHS advierte que las personas en este estado habrán perdido una cantidad sustancial de función cerebral y quedarán inconscientes de lo que les rodea.
Sin embargo, otro especialista consultado por la agencia de noticias Press Association ofrece un diagnóstico más esperanzador.
“Él está en forma, es relativamente joven comparado con algunos lesionados que tratamos, y estuvo consciente inmediatamente después (del accidente), lo que sugiere que no es una lesión cerebral devastadora. Así que todavía tiene el potencial para un resultado favorable” declaró el profesor Peter Hutchinson, neurocirujano de la Universidad de Cambridge.
El NHS también explica en su sitio en internet que algunas personas se pueden recuperar casi en su totalidad, mientras que otros no podrán hacer lo que solían y pueden necesitar fisioterapia, terapia ocupacional, así como psicoterapia durante el período de rehabilitación.
“Puede que necesiten de cuidados por el resto de sus vidas”, se lee en la página.