happy monkey

Chade-Meng Tan es uno de los primeros ingenieros informáticos en  formar parte del equipo de Google en Estados Unidos. Desde sus primeros años en la empresa, Meng empezó a darse cuenta del estrés y la infelicidad que tenían algunos de sus compañeros y decidió hacer algo al respecto. Presionó a sus jefes hasta que consiguió que lo dejaran crear un curso para enseñar a mejorar la inteligencia emocional y promover el bienestar propio. Ahora Meng trabaja en recursos humanos de Google promoviendo la salud mental y la conciencia plena entre los trabajadores.

Este año un periodista de la BBC llamado David G. Allan se encontró en una feria de Texas un stand con el siguiente título: “Make Yourself the Happiest Person on Earth” (Haz de ti la persona más feliz del planeta). Allí estaba Chade-Meng Tan, impartiendo un curso sobre cómo ser feliz siguiendo diariamente tres pasos que él mismo desarrolló.

Con escepticismo frente al método, el periodista se propuso seguirlo para comprobar su efectividad. Aunque Allan asegura que ninguno de los pasos de Meng se sustentan bajo una base científica, asegura que su bienestar y su felicidad han incrementado después de seguirlos regularmente.

Estos son los tres pasos que debemos seguir día a día si queremos mejorar nuestra inteligencia emocional y nuestra bondad:

1- Calma tu mente

Meng asegura que es crucial aprender sencillos ejercicios de respiración para despejar la mente durante el día. Debemos hacer pausas diarias para relajar nuestro cuerpo y despejar nuestra mente. “Si eso resulta muy difícil, intenta no pensar en nada por un momento” explica Meng.

2- Graba los buenos momentos

Eso significa que cuando te estés tomando un buen café o estés riendo con la broma de un amigo te digas a ti mismo “estoy teniendo un buen momento”. Las personas tendemos a tener presentes las cosas malas mientras que olvidamos los pequeños buenos momentos. Según Meng, si somos conscientes de las cosas buenas, por la noche cuando valoremos nuestro día pensaremos que ha sido un día feliz.

3- Desea felicidad a los otros

Los pensamientos altruistas nos benefician por una sencilla razón: desprendemos mucha más alegría cuando damos que cuando recibimos.