Cuando los hombres quiere conquistar a una mujer, normalmente creen que no deberían revelar mucho de ellos mismos y mucho menos sus intenciones. ¿Pero qué pasaría si dijeramos la verdad siempre?
Aquí hay unos ejemplos de lo que en realidad tenemos en la mente cuando nos acercamos a una mujer bonita para intentar ligartela.
- “Mi amigo no tiene la confianza para hablar él mismo contigo, ¿te gusta eso?”
- Soy malo para presentarme, ¿quieres alcohol?”
- “Sólo quiero hablar con una de las dos, pero intentaré impresionarlas a ambas por si acaso.”
- “Hola, eres muy bonita y no sé qué hacer al respecto.”
- “Ahora intentaré determinar la carga emocional que tienes para ver si lo podré aguantar.”
- “Voy a empezar a mentirte desde ahora.”
- “Te envío una bebida para que no puedas decirme que no.”
- “En realidad no me gustan tus aretes, sólo buscaba una excusa para halagarte.”
- “Te estuve mirando por un largo rato antes de venir a hablar contigo.”
- “Me da miedo el rechazo, así que en lugar de invitarte a salir a una cita conmigo, voy a sugerir que nos juntemos algún día.”
- “Estaba esperando que tú vinieras a hablar conmigo, pero así no funcionan. Un hombre puede soñar.”
- “Propongo un trío en plan de broma, pero definitivamente lo haría.”
- “Quiero tener sexo con alguien esta noche. Te estoy hablando con eso en la mente.”
- “Mejor te doy mi número porque es mucho más fácil hablar con mensajes.”
- “Después de un rato que tú y yo estemos platicando, mi amigo al que le interesas vendrá casualmente a unirse a la plática.”
- “A estas alturas, llevamos un rato platicando y si me entero que tienes novio voy a ir directo a mi casa.”
- “Sólo quiero encontrar a alguien con quien tenga cosas en común y que quiera tener sexo conmigo.”
- “Sólo estoy buscando sexo.”
- “Yo estoy buscando una relación significativa con alguien con quien podría casarme y me dejaré crecer la barba y tú el pelo y podremos tener hijos y crecerán y se dejarán la barba y el pelo largo. Será tan feliz… te escogí a ti para ser mi pareja de por vida….. pero nunca podremos besarnos.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.