Todos hablamos de nuestras relaciones hasta cierto punto, ya sea que estés presumiendo las cosas dulces que tu pareja hizo para ti la semana pasada o quejarte de cómo nunca cuelga sus toallas después de bañarse o sobre cómo resolver algún problema en la relación con tu mejor amigo. Es perfectamente normal hablar de tu relación con tus amigos.Pero averiguar con quién debes abrirte y cuánto es correcto divulgar puede ser complicado. Incluso si es con tus amigos más íntimos, compartir de más sobre tu relación puede traicionar la confianza y el lazo que tienes con tu pareja, además de convertirte en la persona molesta que está obsesionada con hablar de su relación.

¿Es esencial compartir lo que quieres platicar para conseguir lo que necesitas de tus relaciones? De ser así, compártelo, pero si no, piensa dos veces.

La próxima que vayas a hablar con tus amigos sobre tu relación, aquí hay unas cuestiones importantes que deberías de considerar:

1. ¿Te estás apoderando totalmente de la conversación?

A todos nos ha pasado que un amigo nos secuestra con su conversación, platicando por horas los detalles mundanos de los problemas de su pareja y los amigos de su pareja. No seas esta persona. Mientras más confianza tengas con tus amigos, peores pueden ser los hábitos que adquieres con ellos.

Mejor atrapate en estos momentos: ¿has estado hablando de ti desde que tú y tus amigos pidieron las bebidas hasta que les llegó la cuenta? Si te estás acaparando toda la conversación y no estás en alguna crisis, es posible que estés compartiendo de más.

2. ¿Estás siendo insensible?

Antes de que empieces a hablar sobre lo lindo que es tu pareja al siempre dejarte notitas amorosas en tu bolsa para el trabajo y siempre te hace un masaje en los pies después de todo un día con unos tacones brutales, deberías de preguntarte si estás siendo desconsiderado. Recuerda a tus amigos y las cosas con las que están lidiando. Si mueren por estar en una relación pero no han tenido suerte encontrando a alguien, puede que tu conversación les sea hiriente y nunca paras.

También tienes que pensar si lo que compartes no está siendo insensible hacia tu pareja. Si tu pareja valora su privacidad, probablemente no valga la pena romper la confianza al compartir detalles íntimos sobre tu vida sexual. Siempre piensa si no estás siendo desconsiderado con lo que platiques de tu relación y piensa en todos los involucrados.

3. ¿Estás siendo chismoso o buscas una risa?

Cualquier cosa que podría darle pena a tu pareja no es algo que deberías de compartir con nadie. Estos temas dependen totalmente de tu pareja. No asumas que porque a ti no te molesta que estará bien por tu pareja también. Esto no significa que no puedas compartir una historia chistosa de vez en cuando, pero siempre ten en consideración que si estás hablando de manera respetuosa de tu pareja.

Si no estás seguro cuáles son estos temas, la mejor forma de navegar esta clase de territorio es hablando al respecto con tu pareja. Pregúntale cuáles son los temas prohibidos y modificas tus historias según corresponda. Quizá tú y tus amigos hablen detalladamente sobre cuestiones sexuales cuando se juntan por un trago, pero si a tu pareja le incomoda compartir esos detalles, evita hacerlo.

Claro, cuando hay problemas en la relación, necesitas a gente de confianza con quien hablar al respecto. Vas a necesitar apoyo de tus amigos. Sólo intenta averiguar con quiénes de tus amigos no se siente incómoda tu pareja de que les compartas detalles de la relación.

Se vale hablar al respecto y definir con cuáles amigos en particular ambos se sienten incómodos de que se enteren de su relación.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.