Miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) condenaron enérgicamente las masacres de civiles en la ciudad siria Al-Qusayr, perpetradas por el Ejército y milicias extranjeras simpatizantes al régimen de Bashar al-Assad.

“Condenamos los recientes bombardeos aéreos y ataques con artillería pesada contra los civiles en Al-Qusayr que recientemente causaron la muerte a 183 personas”, dijo la embajadora de Estados Unidos Eileen Donahoe.

En un debate urgente del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Siria, Donahoe señaló que las víctimas de esta matanza se suman a más de 80 mil personas que han muerto desde que inició el conflicto hace más de dos años.

“El asalto a Al-Qusayr es el último intento del régimen de usar la guerra sectaria con el fin de dividir al pueblo sirio”, consideró Donahoe, quien advirtió sobre un aumento de violencia sectaria de todas las partes.

“Condenamos el papel directo que ha tenido Hezbolá en las hostilidades, un rol que inflama tensiones regionales, escala la violencia dentro de Siria e insita a la inestabilidad en Líbano”, refirió.

En este sentido también se expresaron otros miembros del Consejo como la Unión Europea (UE), Suiza, Polonia, Indonesia, Japón y Chile, los cuales apoyaron la moción de referir a la Corte Penal Internacional a todos los responsables de crímenes y atrocidades en Siria.

Por su parte el embajador de Siria, Faysal Khabbaz al Hamoui, al hablar como país concernido, acusó a Qatar y Turquía de entrenar a mercenarios extremistas para luchar del lado de “terroristas” que buscan derrocar el gobierno de al-Assad.

Respecto a las acusaciones de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, sobre el patrón de castigo colectivo contra civiles perpetrado por el régimen, el embajador sirio la criticó “por su actitud irresponsable”.

El representante de Damasco argumentó que Pillay “mejor haría en quedarse callada”.

Ginebra, 29 May (Notimex).-