La tiroides es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas

Ubicada en la base del cuello y con forma de mariposa, la tiroides es una glándula que se encarga de regular el metabolismo del cuerpo mediante la producción, almacenamiento y liberación de dos hormonas (T4 y T3) necesarias para la síntesis de muchas proteínas esenciales en los períodos de crecimiento y para el desarrollo del sistema nervioso central.

La tiroides produce hormonas que controlan la velocidad con la que se queman las calorías y el ritmo de latidos del corazón, es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas. Esta glándula ayuda a mantener también un equilibrio a nivel de glucosa, grasa y calor corporal.

Los síntomas que indican una posible alteración de la tiroides dependen de la enfermedad que afecte su estructura o su función. Dado que no existe una forma de prevenirlos, la clave para detectarlos pasa por estar atentos a cambios en el equilibrio físico y trastornos en el humor y hacer una consulta con un profesional.

TSH, LA CLAVE

El diagnóstico se realiza cuantificando los niveles de TSH (una hormona producida por la hipófisis que se encarga de regular la producción hormonal de la glándula tiroidea).

Es importante anotar que no toda TSH elevada significa que debemos dar tratamiento inmediato. Existen situaciones transitorias que la pueden alterar como estados de enfermedad aguda, ánimo, trasnocho, medicamentos. Una evaluación por el endocrinólogo, aclara el diagnóstico.

NÓDULOS Y TIROIDECTOMÍA

Las alteraciones anatómicas de la glándula tiroidea se refieren a su crecimiento, que puede ser parcial (nódulos) o general (bocio). Es muy común encontrar nódulos tiroideos, la mayoría son benignos y de causa desconocida. Se recomienda realizar una ecografía tiroidea por un experto que logre diferenciar la verdadera naturaleza del nódulo y así evitar las biopsias y cirugías innecesarias.

Generalmente, se realiza una extracción de estos nódulos (tiroidectomía), cuando hay un diagnóstico de cáncer o una presencia altamente sospechosa.

También se requiere una cirugía cuando la glándula ha crecido mucho y comprime las estructuras del cuello o cuando los tratamientos orales y radiactivos no generan ningún efecto o mejoría en el paciente. Por ello el proceso debe ser acompañado de un especialista.

HIPOTIROIDISMO

“Mareo, voz ronca, pereza extrema, cansancio, agotamiento, insomnio, depresión, aumento de peso, fueron los síntomas de alerta para darme cuenta que padecía un descontrol en la glándula tiroidea. Hoy gracias a un tratamiento de 25 miligramos diarios de levotiroxina, puedo controlar la enfermedad y llevar una vida más estable”, afirmó Martha Liliana Espinosa, paciente diagnosticada con hipotiroidismo hace 16 años.

Hipotiroidismo es la enfermedad más frecuente de la tiroides. Además de los síntomas nombrados, puede producir: piel seca, intolerancia al frío, caída de pelo, dificultad de concentración, mala memoria y estreñimiento. En algunos casos más severos puede determinar deterioro de la función de otros órganos como el corazón, riñones, hígado, etc. Es importante acudir al médico cuando se padecen algunos de estos síntomas.

HIPERTIROIDISMO

El Hipertiroidismo es otra de las enfermedades de la tiroides que consiste en el exceso de hormonas tiroideas. Según su severidad se asocia con ‘acelere’, palpitaciones, ansiedad, pérdida de peso, insomnio, intolerancia al calor, entre otros. Las causas van desde un anticuerpo que revoluciona la glándula tiroidea, o nódulos tiroideos (benignos) que toman el comando de la glándula.

Los especialistas indican que no existen formas de prevenir la aparición de estas enfermedades. Pero insisten en que se debe mantener una alimentación balanceada, con alimentos que contengan yodo en cantidad medida, debido a que la glándula de la tiroides necesita esta sustancia para producir las hormonas. Si la tiroides no tiene suficiente yodo para hacer su trabajo, el cuerpo responde haciendo que la tiroides tenga que trabajar más duro y es por eso que se presentan estas deficiencias que afectan las funciones del cuerpo.

Es importante resaltar que cada enfermedad tiroidea requiere un tratamiento específico. Para ello los especialistas deben realizar estudios extras, fuera de las pruebas de tiroides convencionales.

Con información de EUC y El día