Si el despertar es más agradable, el resto de la jornada también lo será.

Suena el despertador y la modorra comienza. Te giras de un lado para otro en tu cama, y luego, con los ojos semi abiertos, te levantas para comenzar el día, generalmente apurada porque en las mañanas el tiempo vuela. Y así, día tras día te ocurre lo mismo.

Entonces, te planteas la siguiente pregunta: ¿es necesario cambiar la forma  de despertar? Al parecer, es muy conveniente, ya que como la doctora en psicología Sherrie Bourg Carte plantea en un artículo publicado en la revista on line Psychology Today, la forma en que las personas comienzan su día, determinará cómo será el resto de la jornada.

“Si usted comienza su día sintiéndose apresurada, lo más probable es que va a sentir lo mismo cuando vaya al trabajo o al llegar a casa”, afirma.

También agrega que las personas productivas son quienes realizan esfuerzos que requieren de planificación, compromiso y excelente gestión del tiempo.

Por lo tanto, declara que cualquier cosa que se pueda hacer para mejorar las primeras horas del día, sirven. La idea es que otorguen un tono tranquilo, feliz y libre de estrés a las mañanas, para que esas sensaciones se queden durante toda la jornada y afloren en cada actividad que se realice.

“Son pequeñas estrategias que volverán tu mente más calma y productiva aún en los días más agitados”, sostiene la experta.

Soledad Burmeister, practitioner e instructora certificada del Método Yuen, coincide con esta visión y añade que en cada despertar, las personas deberían trabajar para que la energía fresca de la mañana las haga sentir como un recién nacido.

“Los bebés son curiosos, expectantes, disponibles para nuevas experiencias, no juzgan, no discriminan, no tienen emociones positivas ni negativas, son neutros y disponibles”, describe.

Es que a su juicio, la infinita sabiduría de los niños ayuda a experimentar la existencia de manera fresca y creativa, más conectados y presentes.

“Tenemos que saltar de la rutina que es muy difícil de sobrellevar, pero con una actitud fresca es muy posible que la podamos integrar como parte de la vida”, subraya.

Si esto no ocurre, el día se comenzará sin conciencia, adormecido, lo que para ella es lo mismo que estar dispuestos a enfermar.

“Cuando nos conectamos con la realidad de esta forma, dejamos de pensar y nos volvemos más instintivos, porque le damos al cuerpo, mente y espíritu lo que cada uno necesita”, declara.

Por esto, llama a mejorar lo que cada uno reconoce como sus debilidades, pero también a vivir la vida con la convicción de que nuestro sistema es perfecto e inteligente.

¿Qué hacer?

Para Burmeister, lo primero que las personas deberían hacer es recuperar la tensión natural del cuerpo físico, que ha sido perdida en la relajación del sueño, mediante el estiramiento y luego crear una propiarutina. Los siguientes consejos te pueden ayudar a construirla:

1. Cerrar el día que termina: observar lo que fue y lo que pudiera mejorar en el futuro a partir de las experiencias, sin emitir juicios, sino sólo a modo de observación. Y no pensar tanto en el día que comenzará después.

2. Organizar las cosas la noche anterior: además de escoger la ropa guarde todo lo necesario para el día siguiente. Si usted o los niños llevan almuerzo, dejar lo más listo posible la noche anterior. Si tus hijos tienen la edad suficiente, que lo hagan ellos.

3. Levántate cuando suene el despertador: que el momento de despertar sea uno solo. Si te cuesta dejar de hacer trampa, aleja el despertador de la cama.

4. Toma agua: el cuerpo puede amanecer un poco deshidratado, por lo que beber líquido te ayudará a despertar y sentirte más activo.

5. Abre las cortinas: la luz natural también servirá para animarte más rápido. Si cuando te levantas aún está oscuro, enciende una lámpara.

6. Realiza ejercicios de estiramiento: éstos ayudan a recuperar la tensión del cuerpo, lo que a la vez activa la circulación de sangre, de energía y de la linfa, promoviendo así la eliminación de toxinas y mejorando la provisión de nutrientes en todo el cuerpo.

7. Aliméntate y desayuna: no es necesaria la abundancia, unos jugos de frutas son suficientes. Escoge un desayuno saludable.

8. No enganches de inmediato con la tecnología: evita revisar el celular, tablet o computador, porque el primer enganche debe ser con nuestro propio sistema. Revisa el correo electrónico del trabajo en la oficina y el personal, en los descansos.

9. Tareas domésticas y perfección: la rutina es parte de la vida de las personas, por lo tanto es parte también de su estabilidad, centro y equilibrio. ¿Como se podría diferenciar la no-rutina si no existiera la rutina? Las tareas domésticas son parte de la vida, hay dignidad en ello. Respecto de la perfección, cada uno tiene la posibilidad de alcanzar su 100% y por sobre el 100% reconocer su potencial infinito. Eso es la perfección.

10. Aléjate de los juicios: hacer ejercicios de respiración servirá para mantener el equilibrio emocional. Además, ayudarán para que los pensamientos y los juicios sean menos severos.

11. Autogestión cotidiana: las personas viven gestionando el mundo externo y postergándose internamente, no se resuelven diariamente y eso es imperativo para sostener una vibración energética más alta para ser más feliz y pleno.

Fuente: Emol