Actualmente existen varias teorías sobre el origen de la monogamia en humanos, una siendo que comenzó para reducir el infanticidio dado que cuando un macho se acercaba a una hembra ocupada cuidando a su cría, el macho mataría a la cría para poder propagarse con la hembra. Otra teoría con menos fundamento es que habían hombres que podían tener a diez parejas mientras que otros difícilmente conseguían a una, esto le parecía injusto a los hombres menos afortunados, entonces impusieron la idea de una mujer por hombre.
En la sociedad, la idea de la monogamia esta algo idealizada, si lo ves desde la perspectiva de la naturaleza, te darás cuenta que es algo contraproducente ya que esencialmente significa que habría menos procreación y enriquecimiento de la reserva genética.
Sin embargo, la monogamia si tiene sus numerosas ventajas sobre la poligamia. Pero para mantener aquí la controversia me limitaré con hablar sobre la monogamia sexual.
Imagínense una pareja dónde los dos pierden la virginidad juntos, hay mucho amor y afecto entre los dos y no se quieren separar. Normalmente en estos casos siempre existirá la curiosidad de cómo será tener relaciones con alguien diferente, esta situación no sólo se da cuando hay una insatisfacción de parte de cualquiera de los dos, también se da cuando los dos están perfectamente contentos con su vida sexual, porque nada fuera de la experiencia nos puede quitar la curiosidad.
Las parejas que se encuentran en situaciones como esta tienen varias opciones para lidiar con este problema:
Pueden darse un tiempo para separarse y conocer a otra gente y cuando los dos satisfacen su curiosidad, regresan ya habiendo tenido experiencias con otras personas. El problema es que en la mayoría de estos casos, las parejas no terminan regresando por cualquiera de diversas razones, ya sea por celos, porque son más felices con la libertad de no estar atado a una persona, porque se distancian y no pueden volverse a ver como antes o porque se enamoran de alguien más
Otra alternativa por la cual opta la mayoría de la gente en esta situación es la infidelidad, esto casi siempre termina en la ruptura de la relación porque si hay algo que puede dañar irreparablemente un noviazgo es la desconfianza.
Considerando todo esto, la opción de tener una relación abierta puede funcionar mejor. Para que esto funcione correctamente tiene que haber mucha comunicación entre los dos, mucha confianza, un establecimiento de reglas que sean aprobadas por ambos lados, una mentalización realista sobre lo que va a pasar y sobre todo, nunca se puede perder la honestidad.
Claro, esto puede salir tan mal como las otras opciones, pero para tener éxito con este estilo de vida (porque básicamente es eso) hay que tener una buena madurez y control emocional. Si cualquiera de los dos se ponen celosos tras haber hecho ya todo el acuerdo y no encuentra una forma de lidiar con esos celos, no tendrá futuro la relación abierta.
Para ayudar con los celos, hay que pensar razonablemente las cosas. Considera que tu pareja es otro ser humano, no tu posesión, así que el que lo compartas con alguien más no debería significar el fin de tu amor por esa persona. Tampoco hay que olvidar que si la relación en verdad tiene el valor que le das, sería una verdadera lástima que se acabe por algo tan efímero como una noche con otra persona. También hay que considerar que tú tienes las mismas oportunidades y libertades que tu pareja y si a la mera hora no hay repercusiones negativas, ¿cuál es el daño?
La vida es muy corta y la desaprovechamos mucho siguiendo valores que nos limitan esa capacidad de libertad y felicidad, y si no estamos perjudicando a nadie en el proceso de nuestra búsqueda de felicidad a través del placer, ¿cuál es el verdadero daño?