Generalmente la prostitución es desaprobada por varias razones, las dos principales son porque se le hace inmoral a la gente y porque la prostitución se asocia con la trata de blancas. Por extensión, la gente que participa (los clientes) es mal vista ante la sociedad y son clasificados como degenerados, pervertidos, fracasados (por tener que pagar por sexo) o se les culpa por apoyar el tráfico de personas por seguir financiando este negocio ilícito.
Pocos analizan la posición de la prostituta y automáticamente la clasifican como una de las personas más depravadas del mundo. Con mucha frecuencia a la gente se le olvida que en muchos casos, la mujer no escoge esta profesión por gusto. Una gran cantidad de prostitutas ejercen esta clase de trabajo porque no conocen una mejor forma de conseguir el dinero que se gana en el negocio del sexo o se les hace muy fácil.
Estas mujeres se ponen en alto riesgo porque se someten a ponerse en una posición muy vulnerable. En muchos casos, no tienen a alguien que este pendiente de ellas y de su bienestar, y en otros, la persona que la cuida la explota o de plano no es de confiar.
Los clientes generalmente son completos desconocidos, pero aún así estas mujeres se prestan para volverse muy íntimas con ellos. En esta situación, estas mujeres corren el riesgo de ser maltratadas, secuestradas o hasta podrían perder la vida porque no hay nadie que este pendiente de con quién van y a dónde ni nada.
Pero no sólo las prostitutas se involucran en estas situaciones potencialmente peligrosas, el riesgo corre por ambas partes. Los clientes, en la mayoría de los casos, tampoco saben nada de la mujer que están contratando y nunca la habían conocido antes. Han habido muchos casos donde un hombre recoge a una prostituta y le terminan robando, asaltando, incluso han habido casos más serios donde los hombres que contratan a prostitutas se despiertan en una tina llena de hielo de un motel sin un riñón.
Las prostitutas son personas también, al igual que tú y yo, ya sea cuál sea su razón por escoger esa línea de trabajo. Las razones pueden variar desde que porque se encuentran en una situación difícil y necesitan el dinero urgentemente y es dinero “fácil” (de cierto modo, no lo es para todas) o simplemente porque les parece increíble que les paguen por hacer algo que ellas disfrutan mucho.
Yo no voy a defender la trata de blancas, porque la privación de la libertad es la peor atrocidad que puede cometer uno en este mundo. El tráfico de personas es un problema dentro de la prostitución, pero hay formas que se podría prevenir esto, junto con todo el resto de los peligros que se encuentran dentro de la prostitución.
Una de las soluciones más obvias, pero posiblemente una de las más difíciles de lograr, sería regular la prostitución como un instituto legítimo de trabajo. De esta manera, si buscas una noche de actos carnales casual, podrías recurrir a una agencia dónde todas las personas involucradas están protegidas.
Estoy consciente que ya existen esta clase de agencias, pero no en todo el mundo y normalmente la gente no ve la diferencia entre eso y contratar a cualquier prostituta sacada de un anuncio en el periódico.
Unas ventajas serían que no tendrías que preocuparte por contraer ninguna enfermedad venérea, ya que tendrían que pasar por pruebas regularmente las mujeres. Cualquier caso de que la mujer no se reportara después de una cita, la agencia sabría de su último paradero. Si te llegara a robar, la reportas y así de fácil, pero también hay que considerar que una mujer con un trabajo y salario digno no tendría razón para estar robando.
Puede haber más beneficios de regular la prostitución. ¿Qué tiene mayor demanda en el mundo que el sexo? Piensa en los impuestos que irían al Estado si la prostitución fuera regulada. Es una situación parecida a la de la marihuana en Colorado y Washington en EUA.
El mundo esta cambiando y eso no se puede impedir. La gente tradicional se apega mucho a viejas costumbres, incluso unas que ya hoy en día son anticuadas y no tienen lugar en nuestra sociedad actual. Las ideas del pasado se están quedando atrás, al igual que la gente que decide seguirse rigiendo por ellas. El sexo ya no debería verse como el tabú que mucha gente sigue creyendo que es.
El sexo debería celebrarse de manera libre, sin prejuicios ni paradigmas, por lo tanto, las prostitutas deberían de tener más respeto por la sociedad. No olviden, son personas también, y sus historias de vida podrían ser muy buenas, piensa en eso.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.