Corea del Sur y Estados Unidos han iniciado este lunes unas maniobras militares conjuntas, en un momento en el que la situación en la península coreana ha alcanzado uno de los niveles más tensos de los últimos años. Pyongyang ha calificado los ejercicios de ensayo de invasión y ha anunciado, tal y como había amenazado, que desde hoy queda anulado el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953). El conflicto finalizó con un alto el fuego que nunca se convirtió en tratado de paz definitivo.
Las maniobras, llamadas Key Resolve (determinación clave), durarán 11 días y, aunque en gran parte son realizadas mediante simulación informática, incluyen la participación de más de 10.000 surcoreanos y 3.500 soldados estadounidenses. El Ejército norteamericano ha afirmado que las maniobras —que forman parte de unas más amplias, de dos meses de duración, iniciadas el 1 de marzo— no están relacionadas con los últimos acontecimientos en la península coreana. Washington tiene un contingente de 28.500 personas en Corea del Sur.
Rodong Sinmun, periódico oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, ha confirmado el “fin absoluto” del armisticio de 1953 y ha advertido sobre la volatilidad de la situación. “Con el alto el fuego acabado, nadie puede predecir lo que ocurrirá en esta tierra a partir de ahora”, señala hoy el diario. Pyongyang ha cancelado también todos los pactos de no agresión con el Sur, como el firmado en 1991, que fijaba la resolución pacífica de las disputas y la prevención de escaramuzas militares accidentales.
Los ejercicios militares son especialmente importantes este año, ya que se trata de la primera vez que la junta de estado mayor surcoreana ha planificado y ejecutado las maniobras conjuntas. Está previsto que, en diciembre de 2015, Seúl asuma el control operativo de las fuerzas combinadas en caso de guerra.
El Norte afirmó el viernes pasado que, a partir de este lunes, rompía todos los pactos de no agresión con el Sur y cortaba las líneas de comunicación directas, en respuesta a las sanciones aprobadas el día anterior por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el país asiático por la prueba nuclear que llevó en febrero. El Ministerio surcoreano para la Unificación ha confirmado que Pyongyang ha interrumpido la conexión. Las dos partes hablan habitualmente dos veces al día, pero el Norte no ha respondido a la llamada efectuada esta mañana. La línea directa fue instalada en 1971, y, desde 2010, Pyongyang la ha cancelado en cinco ocasiones. Pero al menos otros dos canales de comunicación, entre sus militares y las administraciones de aviación, siguen funcionando, informa Associated Press.
El Ministerio de Defensa surcoreano ha asegurado que Corea del Norte prevé llevar a cabo sus propias maniobras militares a gran escala a lo largo de su frente oriental esta semana. En ellas, participarán el Ejército, la Armada y las fuerzas aéreas. Según ha afirmado, las bases de artillería norcoreanas en las islas cercanas a la frontera marítima en disputa con el Sur han colocado sus cañones en posición de disparo. “El Norte parece estar incrementando sus actividades militares”, ha señalado Kim Min-seok, portavoz de Defensa, informa France Presse.
El régimen de Kim Jong-un ha redoblado la habitual retórica bélica en las últimas semanas, ha afirmado que una segunda guerra coreana es “inevitable” y ha amenazado con “ataques nucleares preventivos” contra Estados Unidos y Corea del Sur.