El Banco Central Europeo (BCE) informó hoy que la economía mundial continúa creciendo a un ritmo modesto y la recuperación va ganando lentamente tracción, aunque permanece frágil.

En su reporte de enero, publicado este jueves, el BCE analizó la situación de la economía mundial y de los países de la moneda única europea, el euro, el cual opera en 17 miembros de la Unión Europea (UE).

En el documento se asentó que los más recientes estudios y sondeos sugieren una mejoría tentativa en la percepción global del curso de la economía en el último trimestre de 2012.

Puso de relieve que, sin embargo, una serie de indicadores permanecen por debajo de sus valores promedio a largo plazo y que estima que la actividad económica se fortalezca sólo gradualmente.

La inflación global disminuyó en noviembre y en ello influyó que los precios internacionales de la energía reasumieron su tendencia a la baja. La confianza en los mercados financieros “aumentó en forma perceptible”.

Durante los meses del inicio del año, los países de la eurozona seguirán resintiendo el viento en contra, en especial debido a los ajustes en los balances en los sectores tanto financiero como no financiero, así como también por la continuada incertidumbre.

Dichos factores seguirán ejerciendo una carga sobre los países de la divisa única.

Más adelante en 2013 deberá comenzar una recuperación gradual por la adecuación de la política monetaria del BCE a las circunstancias, por la mejoría de la confianza en los mercados financieros.

Así como por el fortalecimiento de la demanda externa que apoyaría el crecimiento de las exportaciones.

El BCE apuntó en su reporte de enero que los riesgos para las perspectivas económicas de la zona del euro siguen presentes y esto se relaciona principalmente con la lenta aplicación de las reformas estructurales que se requieren en esta región.

Agregó a ello factores geopolíticos y desequilibrios en los principales países industrializados.

El BCE advirtió que esos factores pueden afectar la confianza durante más tiempo de lo previsto actualmente, y de esa forma retrasar aún más la recuperación en la inversión privada, en el mercado laboral y en el consumo.

En el reporte se puso énfasis en lo esencial que resulta en todo ese proceso la capacidad de resistencia de las instituciones crediticias, que debe seguir siendo reforzada ahí en donde es necesario.

Se destacó que la solidez de los balances de los bancos será un factor clave para facilitar el suministro adecuado de créditos a la economía, así como para normalizar los canales de financiación.