Obviamente es devastador que te pongan el cuerno. ¿Pero confrontar a la otra mujer o el otro hombre es una decisión sana y productiva?

La verdad es que no. El conflicto es entre tú y tu pareja, no con la otra persona. Si acaso, alejate más si es posible de esta persona y evita cualquier contacto. La meta es no involucrarte en ese amorío.

Sin embargo, el caso no es el mismo si te fueron infiel con algún amigo o pariente cercano. En este caso se vuelve necesario hablar con el tercero directamente. Esto es porque lo más seguro es que sigas en contacto con esta persona en el futuro, independientemente de cómo resulten las cosas contigo y tu pareja.

Sugerimos que tengas una plática tranquila, civilizada y directo al grano con esta persona. Exprésale que te sientes traicionada y que te hirió lo que hizo. Haz notar la traición de confianza y ve si se hace responsable, siente culpa y/o si muestra cualquier señal de empatía y alguna preocupación por disculparse.

Ya en el caso de que suceda con un perfecto extraño, no es muy probable que esta persona sienta culpa ni ninguna responsabilidad por tus sentimientos.

Pero algo que es mucho más importante que confrontar a la otra persona es confrontar a tu pareja y averiguar qué van a hacer los dos ahora, ya sea separarse y seguir sus respectivos caminos o intentar solucionar las cosas.

Para que una pareja se recupere de la infidelidad, es importante creer que tu pareja realmente lamenta lo que hizo, que esté comprometido a reconstruir la confianza contigo y si está dispuesto a oírte a futuro cuando hablas sobre el tema, expresando su remordimiento, disculpándose cuando sea necesario y demostrar que puedas confiar en él en el futuro con su comportamiento.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.