Cuando nuestro cuerpo necesita eliminar desechos y toxinas lo hace a través de la orina, por ello, esta sustancia tiene mucho que decir respecto al estado interior de nuestro cuerpo. Si quieres saber qué tan buena salud tienes, sólo debes prestarle atención a tu orina: el color, olor y otras características te darán mucha información.

1. El color es lo primero que hay que notar

El color de tu orina indica si estás hidratado o no. Si tu orina es de color amarillo oscuro, quiere decir que está más concentrada y que puede que estés deshidratado. Cuando la gente está deshidratada, los riñones intentan conservar los fluidos en el cuerpo y como consecuencia, no producen demasiada orina.

La deshidratación también puede provocar piedras en el riñón, pues deja que los minerales se concentren y acumulen en los riñones y las vías urinarias. Una de las mejores medidas para evitarlo es beber mucha agua, lo que se traduce en una orina más clara.

No hace falta que hagamos un repaso a todo el círculo cromático, pero si tu orina no es amarilla, puede que sea señal de algo serio (por ejemplo, sangre en la orina) o puede que sólo refleje un cambio en tu dieta.

2. Presta atención al olor

Si tu orina tiene un olor raro, probablemente la dieta sea también la culpable. Algunos alimentos, como el espárrago, pueden afectar a la apariencia y al olor de tu orina. Asimismo, habría que aplicarlo a los medicamentos y a los suplementos alimenticios. Las vitaminas pueden hacer que tu orina tenga un olor fuerte.

La orina te proporciona algunas claves para tu salud, pero es imprescindible saber cuándo deberías consultar a tu médico para que, en caso de que hubiera algún problema como sangre en la orina, te pudiera realizar las pruebas necesarias para un diagnóstico.

3. Signos prematuros de daños en el riñón

Las proteínas en la orina son unos de los signos que primero aparecen cuando hay daños en el riñón, especialmente en la gente con diabetes. Las proteínas en la orina pueden crear demasiadas burbujas que no se expulsan con la orina. Acuérdate de pedir un análisis de orina anual para controlar la presencia de proteínas en la orina, sobre todo si formas parte de un grupo de riesgo, ya sea por tu edad (mayores de 60), por una tensión arterial demasiado elevada o por tu historial familiar.

4. Signos de diabetes

La palabra “diabetes” significa orinar demasiado con demasiada frecuencia. Cuando hay demasiado azúcar en la sangre y el cuerpo no es capaz de procesarlo de forma correcta, los riñones se ven saturados. Si tu orina tiene un olor “dulce”, puede indicar la presencia de azúcar.

El azúcar en la sangre puede ser signo de diabetes o prediabetes, por lo que es importante hacerse análisis de sangre para confirmar (o refutar) el diagnóstico. La diabetes es la causa principal de enfermedades en el riñón; incluso la prediabetes puede dañar los riñones. En definitiva, hay casos que merecen tu atención y que deben ser tratados.

5. Una infección

La infección en las vías urinarias (IVU) ocurre cuando las bacterias (los gérmenes) acceden a las vías urinarias y se propagan. El aparato urinario se compone de la vejiga, la uretra, los uréteres y los riñones. Las bacterias normalmente entran al aparato urinario a través de la uretra, el conducto por el que se expulsa la orina.

Si la IVU no se trata a tiempo, las bacterias pueden llegar a los riñones y causar una infección más grave. Entre los síntomas de IVU se incluyen una necesidad excesiva de orinar (a menudo, solo unas gotas), sensación de quemazón al orinar, orina con sangre y un olor fuerte, especialmente a amoniaco.

Con información de Huffington Post