A menos que sea un embarazo de alto riesgo y el médico dé estrictas indicaciones de que no se pueda tener relaciones, lo demás es puro cuento.
“Desde que estoy embarazada ya no tengo relaciones sexuales con mi pareja por temor a hacerle daño al bebé”, afirma una madre de 25 años en un blog femenino. Este es un conflicto con el cual lidian algunas parejas y que en la mayoría de los casos es infundado por mitos.A menos que sea un embarazo de alto riesgo y el médico dé estrictas indicaciones de que no se pueda tener relaciones, lo demás es puro cuento. Algunas mujeres por los cambios hormonales comienzan a hacerse valoraciones negativas y evitan los encuentros, aunque los hombres las perciben tan atractivas como siempre.

En las consultas prenatales están todas las respuestas a las dudas que se puedan generar. Desde lo que debes hacer para que siga siendo placentero, hasta los cuidados que se deben tomar por prevención. A los consultorios acuden muchas parejas con dudas y temores.

Casi siempre son los hombres los que evitan tener sexo por miedo a causarle daños a la madre o al bebé. “Desde el punto de vista emocional, si la mujer se siente querida, amada, el bebé recibe esas endorfinas y se va a sentir en un medio ambiente perfecto, logrando un desarrollo psicoemocional eficiente”, explica la ginecobstetra Alida Flores.

Flores revela que durante el primer trimestre es cuando más se distancia la frecuencia sexual, porque hay que estar alertas con que no haya amenaza de aborto, pero en el segundo trimestre ya la mujer está mas relajada y tiene tendencia a demandar relaciones. La mejor etapa, incluso clínicamente comprobado para disfrutar del sexo, es el último trimestre, porque favorece la maduración del cuello uterino gracias a que el semen tiene una sustancia que se llama prostaglandina, que ayuda a madurar el cuello uterino y facilita el parto vaginal.

Finalizó destacando que gracias al sexo la mujer libera endorfinas que dan sensación de bienestar y hacen sentir feliz al bebé.

Posiciones sexuales. Si siempre quisiste tener el mando de la relación, este es el mejor momento, mujer, así que no lo desaproveches. Las posturas en las que ella se sitúa sobre la pareja evitan el peso sobre el abdomen y así se controla la profundidad de la penetración.

De lado te traslada a un momento sutil y placentero. Y para que la cama no te aburra durante los nueve meses, agarra una silla y que tu pareja se siente; ahí también estás evitando peso sobre la panza. En cuatro también estás protegiendo a tu bebé del peso. La clásica del misionero también es una alternativa, aunque se dificulta con el crecimiento del abdomen.

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