Se entiende, creo que todos de repente pasan por malas rachas, ya sea solo o en pareja. Épocas de sequía por así decirle. O siendo más directo, largos ratos sin sexo.

Claro, todos quisiéramos tener más acción que nuestras cuentas de Netflix o los pantalones que usamos en la casa, pero tras un largo día, regresando a la casa para relajarte  y recuperar energías, tener sexo no siempre suena como una mejor idea que un largo baño en la tina, ponerte al tanto en Instagram o casi cualquier otra actividad más tranquila. ¿Pero hasta qué grado se empieza a considerar problemático la falta de sexo entre tú y tu pareja?

Mientras que una “racha de sequía” y un problema en la relación implican que ha pasado un rato desde que hay acción entre los dos, hay una muy clara diferencia. Un lapso sin sexo suele suceder cuando ambos están muy ocupados y no han tenido el tiempo ni la energía para tener sexo pero aún piensan y hablan al respecto y se mantienen afectivos entre ustedes y no existen rencores ni resentimientos sobre la falta de sexo. Así que si ambos sólo tienen sexo siete veces al año pero están contentos, no hay problema.

Ahora, sí es importante darte cuenta cuando sí es un problema. Es problemático si te encuentras en una relación infeliz con nada de sexo. De esas relaciones que ya ni puedes recordar cuándo fue la última vez que tuvieron sexo juntos. Te hará sentir tensión o tristeza que resulta por la falta del sexo y puede que alguno de los dos haga el razonamiento de que se merecen un poco de atención aunque tengan que buscarla en otro lado y recurrir a la infidelidad.

Si tu relación se parece algo a esto último que describí, entonces la mejor opción ahora sería consultar un terapeuta sexual o de parejas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.