Al menos un millón de personas mueren en promedio al año en el mundo por el consumo de medicamentos adulterados, reveló hoy un estudio divulgado durante la Cumbre de la Policía Internacional (Interpol).

Las bandas dedicadas al tráfico de fármacos adulteran las cajas y sellos adquiridos de contrabando, para suplantarlos y venderlos en el mercado, según el informe.

Para ello, usan tres modalidades: la producción de las cápsulas con base en harina, la utilización de medicamentos de contrabando, a los cuales le cambian las cajas e imitan logotipos y la distribución de droga vencida a la que le borran fecha y serie.

Según el estudio, para frenar el tráfico de medicamentos falsos, la Interpol puso en marcha una gigantesca operación en 100 países, que culminó con el decomiso de 9.8 millones de fármacos peligrosos para la salud.

La redada permitió la captura de 58 personas, la apertura de 175 investigaciones y el bloqueo a un millar de sitios en internet por donde se ofrecían las dosis.

Entre el material decomisado se encontraban antibióticos, medicina contra el cáncer, antidepresivos, suplementos alimenticios y productos para tratar la disfunción eréctil, todos falsificados para su venta y distribución en el mercado.

“Se observa un aumento significativo en la fabricación, el comercio y la distribución de instrumental médico, fármacos falsos, robados o ilícitos, que ponen en riesgo la vida de numerosos pacientes”, indicó el estudio.

El informe recordó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10 y el 30 por ciento de los medicamentos que se comercializan en el mundo son falsos, al igual que el 50 por ciento que se ofrecen en Internet.

Según las cifras divulgadas, el comercio ilegal de medicamentos alcanza los 450 mil millones de dólares al año.