El sacrificio en las relaciones puede ser un asunto delicado, especialmente cuando se trata de conseguir lo que quieres en la cama. Desde tener sexo cuando no tienes ganas a darle una oportunidad al sexo anal si no es algo que se te antoja mucho. Existe una delgada línea entre hacer feliz a tu pareja y hacer lo que se siente mejor para ti.En donde se encuentran los problemas con las parejas es cuando uno sacrifica su propio placer por el de su pareja, lo cual resulta en infelicidad a lo largo del tiempo.

Encontrar un terreno común en la cama debería ser sobre expandir tu propia vida sexual y reforzar el vínculo con tu pareja, no soportar cosas por tu pareja. Aquí hay unos consejos para poder hacer sacrificios en la cama sin arruinar la relación:

Comparte tus limitaciones

Se firme con tus limitaciones y entiende que tienes el derecho de tenerlos. Tener las limitaciones perfectamente claras hará más fácil brindar alternativas sin sentir presión. Es difícil disfrutar del sexo si tu pareja se ve incómoda. Si a tu pareja no le importa, es mala señal.

Haz tu tarea

Si tu pareja quiere probar algo que no conoces o que suene demasiado exagerado, en lugar de rechazar la idea por completo, puedes investigar un poco al respecto. Quien sabe, en una de esas es más de lo que creías y te termina gustando. Pero aunque rechaces la idea, tu pareja apreciará que mínimo te hayas interesado en ver de qué se trata.

Hazlo divertido

Una buena forma de conseguir un acuerdo es tomando turnos con tu pareja sobre quién inicio el sexo para mantener las cosas entretenidas. Así, cuando sea tu turno puedes hacer las cosas como tú las quieres (tomando en cuenta las limitaciones de tu pareja, claro), al igual cuando sea su turno. La idea es intercambiar el enfoque del sacrificio con simplemente compartir la responsabilidad.

Pon un alto cuando sea necesario

¿Qué si tu pareja no se acata con su lado del acuerdo que hayan tenido?  Ya que el cambio es difícil, empieza tú al acatarte a tus acuerdos con la relación y mira si tu pareja respeta su lado del acuerdo. De no ser así, inicia una conversación para entender por qué tú eres la única persona haciendo los sacrificios, pero si tú sigues siendo la única persona sacrificando su placer por el de tu pareja, quizá quieras ir con un psicólogo sexual para ver cómo arreglar esto.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.