Brindarle a los pobres un lugar dónde vivir parecerá un alto costo para los que pagan impuestos, pero la alternativa de dejarlos en la calle resulta que es mas caro. Alojamientos subsidiados podrían ser una ganga para el público.

Esto es porque vivir en la calle expone a la gente a mayores riesgos de salud, así que es más probable que usen servicios más caros en los hospitales.

También los pobres suelen ser arrestados con mayor frecuencia, lo cual genera mayores costos en el sistema judicial.

La investigación observó a Moore Place, un edificio con 85 departamentos. La Universidad de Carolina del Norte siguió a un grupo de vagos un año antes de entrar a las instalaciones y luego un año después, registraron una caída dramática en el uso de seguro médico y arrestos.

Las cuentas de hospital cayeron de $2.5 millones a $760,000, mientras que el número de visitas a emergencias cayeron de 571 a 124. Hubo también una caída en el número de arrestos que fue de 571 a 124, una caída del 84%.

La diferencia entre Moore Place y otros proyectos de alojamiento es que los demás suelen pedir que la gente se rehabilite de adicciones, pero aquí saben que es más fácil lidiar con esos problemas ya teniendo dónde vivir.

Aunque es una cuestión moral darles dónde vivir a los pobres, al menos ayuda que los dos argumentos llegan a las mismas conclusiones.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.