Joseph Michael Kai-Tsu Liu Roqueñi, descalzo, chexican, correr

Su nombre da pistas de un origen poco convencional y su próxima travesía revela su gusto por hacer cosas “diferentes”: Joseph Michael Kai-Tsu Liu Roqueñi, de 32 años, planea correr descalzo desde Canadá a Argentina durante 18 meses.

El chexicancomo él se describe por sus raíces chinas, mexicanas y canadienses­– partirá este martes desde Montreal y cruzará 14 países hasta llegar a Ushuaia, en Tierra del Fuego, conocida como la ciudad más austral del mundo.

La estrategia de Kai-Tsu es correr alrededor de 25 kilómetros o dos horas y media, lo que ocurra primero, dos veces al día. Lo hará sin tenis porque “es algo que nadie ha hecho”, es más barato y no tiene que cargar con tantos pares.

En total, sus pies tocarán 19,000 kilómetros de camino, una distancia de casi 7,000 kilómetros más que el diámetro de la Tierra.

La meta de Kai-Tsu es personal, aunque también planea reunir fondos por alguna organización a favor de la educación de cada país por el que pase. Por ahora tiene la de Canadá y la de México.

Se inspiró en el recorrido de El Che Guevara en moto por América y el caso del equipo de rugby uruguayo que sobrevivió más de dos meses en la cordillera de Los Andes, pero su “verdadero gurú” es el alpinista italiano Reinhold Messner, quien ha escalado las 14 cumbres de más de 8,000 metros sin oxígeno.

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[sws_blue_box box_size=”700″]¿Por qué ‘colgó los tenis’? [/sws_blue_box]

Kai-Tsu lleva más de un año preparándose. Ha practicado correr descalzo en casi todas las superficies con las que se va encontrar y con la mochila que llevará, “porque la mecánica es diferente”.

Antes de hacerlo leyó sobre los tarahumaras, la historia de exploración del ser humano y la moda minimalista del running, que según el maratonista mexicano Germán Silva, puede ser “una respuesta en nuestra sociedad, donde hay tanto y de todo”.

El entrenamiento de Kai-Tsu sin tenis ha sido gradual y hasta ahora la mayor distancia que ha corrido así es de 20 kilómetros, incluso unos cuatro en la nieve.

Silva señala que las superficies más dañinas para los pies son el pavimento o las pistas de atletismo, pero Kai-Tsu intentará evadir las carreteras.

Únicamente lleva cuatro pares de unas sandalias cuyas suelas están diseñadas para correr, que planea usar cuando sus pies estén delicados.

No ha seguido una dieta porque en el camino comerá “lo que encuentre” e intentará consumir semillas de chía, una fuente con más proteína que el arroz o el trigo, según la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea. Además, sus patrocinadores le proveerán algunas barras y suplementos de vegetales.

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[sws_blue_box box_size=”700″] ‘A mí nadie me va a seguir’ [/sws_blue_box]

Escogió esta travesía porque quiere ser diferente de otros aventureros como Jesper Olsen, quien ha recorrido el mundo corriendo con tenis y un equipo de apoyo.

A diferencia de Olsen, dice Kai-Tsu, “a mí nadie me va a seguir”.

Su ruta está pensada en función de las estaciones del año, para no toparse con el invierno. Sabe dónde estará cada día y en diciembre planea llegar a Centroamérica, pero se abstiene de dar más fechas y lugares por lo que pueda pasar en el camino.

Él está consciente de los riesgos, desde robos hasta encontrarse con un animal salvaje. Únicamente lleva un botiquín y un botón de emergencia para que lo rescaten por helicóptero si lo necesita, aunque trata de no pensar en ello e incluso dice que si algo le pasa, regresaría a atenderse a Canadá y después continuaría su ruta.

“No pienso darme por vencido fácilmente”.

CNN México