Una caña no es lo mismo si no te ponen una tapa de queso, jamón ibérico con un chorrito de aceite de oliva o una buena tortilla de patatas.

Pero ¿cuál es el origen de las tapas ? No se conoce con exactitud la fecha en la que alguien probó la primera tapa pero muchos fijan su inicio en la época de los Reyes Católicos. Se decía que para evitar altercados a la salida de las tabernas, empezaron a prohibir el consumo de vino si no iba acompañado de algo de comida y así evitaban que el alcohol se subiera a la cabeza.

Se dice también que en una de sus visitas a Ventorrillo del Chato, el rey Alfonso XIII pidió una copa de vino pero se levantó una ventisca que invadió la taberna. Para evitar que el polvo y los insectos entraran en la bebida, el camarero utilizó una loncha de jamón a modo de “tapa” para proteger la bebida.

Existe una teoría, no tan conocida, que dice que fueron los labradores en el XIX los que pusieron de moda el acompañar el vino con algo de comida. Así, no perdían tanto tiempo comiendo, no se empachaban y podían trabajar más.

El concepto de tapa ha ido variando con el tiempo, de hecho en relatos como “El Quijote” se llamaban “llamativos” a lo que hoy conocemos como tapa; y Quevedo, en sus obras las denominaba “avisillos”, porque se comía antes del plato principal.

Otra teoría dice que el origen está ligado a la variedad de platos. Como nuestra gastronomía es tan amplia resulta difícil elegir sólo un plato, así que la mejor opción es degustar de varios platos versión mini para poder probarlos todos.

Sea cual sea su origen, han sido un gran descubrimiento y se han convertido en un imprescindible de nuestra gastronomía.

(esquire)