Es una historia típica, compras un aguacate en el super y está bien duro, esperas pacientemente para que madura y cuando lo abres, está todo café y aguado.

¿No sería una maravilla si pudieras detener a los aguacates cuando están justo en su punto? Pues, resulta que se puede.

¿Puedes congelar un aguacate?

Sí, es una buena manera de minimizar el desperdicio de los aguacates. Congelarlos puede ayudar a prolongar su vida.

Pero aquí el problema: descongelar el aguacate le cambiará la textura. Congelar casi lo que sea puede alterar la textura del alimento en algún grado, pero debido a su alto contenido de grasa, aguanta las temperaturas bajas relativamente bien.

Nota que encontrarás algo de decoloración o café. Esto ocurre cuando el aguacate es expuesto al oxígeno, lo cual aveces es inevitable.

Aún así, quizá quieras limitar el uso de tus aguacates congelados para dips o licuados en lugar de comértelos tal cual o incluirlos en un sandwich.

¿Cómo debes congelar el aguacate?

Partido a la mitad o picado en cubos son buenas opciones. Sólo lava, pela y agrégale un poco de jugo de limón para que no se haga todo café.

Otro método es licuar el aguacate o hacerlo pure con un tenedor, luego le agregas limón. Puedes congelar grandes porciones a la vez o puedes racionarlo para momentos que quieras agregar un poco de aguacate en tu pan tostado o para tus sandwiches o lo que sea.

Para minimizar que se vuelva café, ya sea que lo hagas pure o lo partas en dos, pon el aguacate dentro de una bolsa de plástico para el congelador. Sácale tanto aire como puedas y séllalo bien.

Cuando estés listo para comerlo, sácalo del congelador y deja que se descongele para tenerlo listo y a la mano.

¿Pierde nutrientes al congelarlo?

Los aguacates son muy nutritivos, es la fruta con más grasas monoinsaturadas sanas que pueden disminuir el riesgo de padecer una enfermedad al corazón o la grasa en la panza.

También contiene mucha fibra y otras vitaminas y minerales que contribuyen al bienestar.

Congelar tu guacamole no hará que pierda sus propiedades.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.