El kefir es otro de esos productos que ha agarrado popularidad recientemente, no es exactamente yogurt, ni leche. Es bastante nutritivo, es una excelente fuente de probióticos y es una buena fuente de calcio.

Si aún no pruebas el kefir pero tienes curiosidad, aquí está todo lo que tienes que saber:

¿Qué es exactamente el kefir?

En resumen, es un producto de leche fermentada similar al yogurt, pero con una consistencia más ligera. Contiene una proteína similar que el yogurt, pero tiene más cultivos probióticos.

Puede ser hecha a base de cualquier tipo de leche, ya sea animal o vegetal.

¿Entonces no es lo mismo que el yogurt?

Pues, sí y no. Lo que distingue a los dos es el proceso de fermentación.

Normalmente el yogurt utiliza sólo bacterias para la fermentación, mientras que para el kefir utiliza bacterias y levadura. Estos cultivos de bacteria y levadura contienen tres veces más probióticos que el yogurt.

¿Cuál es su valor nutricional?

Estarás en lo correcto si supones que es saludable el kefir. Esto es todo lo que puedes encontrar en una taza de kefir natural bajo en grasa hecho con leche de vaca:

  • Calorías: 102
  • Grasa total: 2 g
  • Grasa saturada: 0.66 g
  • Carbohidratos: 11 g
  • Fibra: 0 g
  • Azúcar: 11 g
  • Proteína: 9.5 g

Opta por la versión hecha de leche de vaca y tendrás mucho calcio y vitamina D (30% y 25% de tu consumo diario, respectivamente)

¿Tiene alguna desventaja?

Como con cualquier producto lácteo, el kefir que no es bajo en grasa contiene más grasa saturada. Es recomendable que limites tu consumo a 16 gramos por día (140 calorías).

Como con todo lo que consumes, debes poner atención al tamaño de tus porciones.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.