amigos

En Defensa del Friendzoner*

*o el que manda lejos.

El internet es ese lugar maravilloso que aún no terminamos por descubrir el cual nos ha regalado muchas cosas indispensablesque de otra manera no tendríamos como el acceso a música, libros, películas, fotos, entretenimiento, información, pero lo más importante: conceptos. Selfie, stalker, gomiseo, … friendzone.

La friendzone empezó como un chiste de memes donde una persona creía tener una posibilidad potencial de relación amorosa y ésta otra sólo consideraba una muy buena amistad. Con el paso de un par de años La Friendzone se volvió un lugar muy habitado y dramático donde, al parecer, nadie quería estar. Últimamente, el término, tiene un sobreuso que le ha despojado su significado, hoy en día a cualquier tipo de barrera (sobre todo si es de parte del sexo femenino) se le clasifica como tal. Dicho esto, he aquí  lo que en mi humilde opinión y escaso juicio es la friendzone:

Empezando por algo básico: no cualquiera puede  llegar a estar en este lugar. La friendzone no se da por generación espontánea, hay que tener una base y esta base se llama amistad. No cualquier hola y adiós por el pasillo, tampoco un Hablamos un buen… por WhatsApp , ni siquiera conocer a alguien bastante tiempo te asegura una amistad. Tiene que haber confianza, comunicación sinceridad,  cariño, apoyo, etc. Siendo así, esa persona a quien le hablaste porque te resultó atractiva, coquetearon o incluso salieron algunas veces, pero al final te batea de una manera “mejor como amigos” he aquí una verdad que no quieres leer: fuiste rechazado, no te friendzonearon; te rechazaron. En este tipo de situación después no hay nada, pues el objetivo de relación era lo único que te mantenía hablando con La Persona (prueba número dos de que no era amistad).

Hace poco encontré una definición en Urban Dictionary que describía la friendzone como (en una traducción artesanal) : relación entre hombre y mujer dónde él hace todo lo que un novio generalmente haría, pero sin obtener los beneficios de éste. ¿Cuáles beneficios? ¿En qué momento el contacto físico se volvió una transacción? ¿En realidad ya está tan devaluada la amistad? ¿Dónde queda hacer algo por amable, amiga o caballero? Así que, ¿en el momento en que eres educado: con un gracias y la satisfacción personal no basta? ¿Realmente hemos llegado al punto en que actuar como un ser humano decente compromete a la otra  persona?

Comportarte de una manera convenenciera para obtener algo y que tristemente, por azares del destino, no alcanzaste para finalmente enojarte se llama berrinche y es aquí donde entra mi defensa a favor del friendzoner. Se necesita valor para friendzonear a una persona principalmente por tres razones que con antelación sabes que pasarán:

1.- Eres el/la mal@ del cuento, un monstruo rompecorazones despiadado carente de sentimientos.
2.- Nacerá en ti un sentimiento (ilógico) de “deuda” con la persona .
3.- Pierdes una amistad que no va a volver, a ti también te duele, pero la culpa no te deja sentirte triste por ti.

¿Qué tiene de malo la friendzone? Soy una persona que ha sido friendzoneada más veces y meses de los que puedo contar y déjenme confesar algo, no está del todo mal. Como amigo conoces fases de una persona que de cualquier otra forma nunca podrías ver, el apoyo es  incondicional, y estar en la friendzone no es más que un indicador de que has podido llenar las expectativas una amistad para esa personas que tanto quieres. Dejemos ese romanticismo inaguantable tan popular y demostremos que no es el fin del mundo.

Por otra parte, también he tenido que friendzonear y puedo decir que es difícil entender que mostrar falta de interés en un alguien enamorado es visto como un crimen para quien sólo busca amistad. Es típico y casi metódico que después del friendzone siga el distanciamiento y también duele entender que si no estamos “involucrados” no vale la pena estar cerca de mí (como amigos). Decir que estás condenado a la friendzone sólo porque no te vieron en un contexto romántico es egoísta y cruel. Hay que eliminar ese desagradable cliché y complejo de víctima. Con un poco de sensibilidad, madurez y objetividad la vida sigue, hay muchos peces en el mar.

Escrito por Ana Victoria Martín

Literata de closet. Coleccionista de datos curiosos e inútiles. Obsesiva compulsiva por historias que contar. Nunca regreso los Tuppers.