Son un grupo de nómadas heridos por la vida que llevaron o por los peligrosos ataques de la desigualdad. Arrastran dependencias —al tabaco, al automóvil, a los smartphones…—, sufren desarreglos —algunos son transexuales estigmatizados, otros padecen las secuelas de enfermedades mentales— o simplemente prefieren desconectar de la maquinaria social siendo ermitaños o practicando una radicalidad extrema político-personal. Casi todos son extramadamente pobres.

The Hoop

Se hacen llamar The Hoop (El Aro) y están guiados por un “ritualista” hijo de una apache. Han roto con el mundo y regresado, porque están convencidos de que el pasado más remoto encierra la solución de los problemas, a la época del nomadismo de las tribus de cazadores-recolectores. Viven de aquí para allá por la zona occcidental de los EE UU, duermen al raso, comen lo que cazan o, en el caso de plantas, las especies que crece libremente. El fotógrafo Adrain Cheeser (1965) ha vivido entre 2006 y 2012 con la tribu y ahora muestra la vida de la comunidad desde dentro.

“Despertar espiritual”

The Hoop

“La fotografía ha sido mi más elevada práctica espiritual. No es casualidad que en el momento en que abandoné a dios y los dogmas religiosos con los que me criaron, descubriese la fotografía como medio para entender mi vida”, escribe Cheeser en el fotoensayo The Return (El regreso), el libro recién editado por Daylight Publishing que da cuenta de sus años como integrante de la tribu y del tipo extremo de modo de supervivencia de estos nuevos nómadas que buscan un “despertar espiritual” y “escapar de las presiones y el materialismo de la sociedad de hoy”.

Cheeser, gay, VIH+ y acostumbrado a alimentarse de “alcohol, drogas y sexo” durante buena parte de su juventud cambió de vida cuando le dieron la noticia de que era portador del virus del sida —firmó la serie I Have Something to Tell You (Tengo algo que contarte) retratando a sus amigos en el momento exacto en que les informaba del asunto—. Entendió que la existencia es “frágil y fugaz” y decidió dedicarse a llenar los días de “momentos de trascendencia”, algo así como “estados de gracia que me eleven por encima de lo mundano”.

Timothy Pluma Blanca

En esa búsqueda de “belleza inexpresable” a través de la fotografía, que practicaba desde la adolescencia y que nunca estudió académicamente, Cheeser se cruzó con Timothy White Eagle (Timothy Pluma Blanca), un antiguo educador y terapeuta social que había sido criado por una familia adoptiva de mormones. Desde hace más de diez años, es el chamán alredor del que nació The Hoop, un grupo que define como “un cruce de caminos entre el ritual y el arte” formado por héroes comunes” que buscan escapar de la “domesticación de la cultura de la dominación” mediante una “nueva forma de comunicación con la naturaleza”.

Usan escopetas para dedicarse a la caza menor y nunca levantan viviendas En las fotos de tono documental de The Return, Cheeser muestra la vida “poco convencional” de los nómadas, que se mueven por los estados de Nevada, Idaho, California y Oregon según les empujen las condiciones del clima, las instrucciones del líder o el simple capricho por moverse. No son primitivistas extremos —usan escopetas para cazar piezas menores para alimentarse—, pero nunca levantan viviendas, ni siquiera tiendas de campaña, sino que duermen al raso o en refugios naturales, ni tampoco cultivan vegetal alguno: sólo recogen bayas, frutos y legumbres silvestres, como arroz salvaje.

El libro, que saldrá a la venta el 22 de abril, fecha de celebración del Día de la Tierra, incluye también textos de Timothy White Eagle, quien afirma que la comunidad persigue “un ideal basado en el estilo de vida de los indios nativos americanos”, basado en la idea de que el ser humano debe pasar sobre la tierra con la seguridad de cumplir un sólo lema: “Devolver más de lo que se toma”.


 The Hoop The Hoop
The Hoop The Hoop The Hoop

(20 Minutos)